October 22, 2025
Una prueba genética predice la respuesta a los medicamentos para bajar de peso

 – La nacion
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Una prueba genética predice la respuesta a los medicamentos para bajar de peso – La nacion

San José, 21 oct () – La obesidad es una enfermedad crónica y compleja que afecta a más de 650 millones de adultos en todo el mundo. Es el resultado de una combinación de factores genéticos, ambientales y de comportamiento que varían de persona a persona. Esta complejidad ayuda a explicar por qué las personas responden de manera diferente a las intervenciones para perder peso. Sin embargo, las decisiones de tratamiento a menudo se basan en medidas simples, como el índice de masa corporal (IMC), en lugar de en procesos biológicos que determinan el aumento o la pérdida de peso.

Los investigadores de Mayo Clinic han desarrollado una prueba genética que puede ayudar a predecir cómo responderán las personas a los medicamentos para bajar de peso, como los de la clase GLP-1.

La prueba estima la saturación calórica (CTS). calorías hasta la saciedad) de cada individuo, es decir, la cantidad de alimento necesaria para sentirse satisfecho, y relaciona esta característica biológica con el éxito del tratamiento. Los descubrimientos, publicados en la revista Metabolismo celularrepresenta un paso prometedor hacia tratamientos más personalizados y eficaces para las personas que viven con obesidad.

“Los pacientes merecen tratamientos que reflejen su biología, no sólo el tamaño de sus cuerpos”, dice el Doctor en Filosofía. D. y Dr. Andrés Acostagastroenterólogo de Mayo Clinic y autor principal del estudio. “Esta prueba nos ayuda a administrar la medicación adecuada a la persona adecuada desde el principio”.

Para descubrir estos procesos, el Dr. Acosta se centró en la saciedad, la señal fisiológica que le dice al cuerpo que ha comido lo suficiente. En 2021, él y sus colegas tienen una serie de fenotipos de obesidad describir patrones de alimentación. Por ejemplo, algunas personas con obesidad tienden a comer comidas muy copiosas (“cerebro hambriento”), mientras que otras comen porciones medianas pero comen bocadillos con frecuencia durante el día (“intestino hambriento”).

En este estudio, los investigadores analizaron la saciedad en casi 800 adultos obesos y los invitaron a participar de un buffet libre, que consistía en lasaña, pudín y leche, hasta que se sintieran llenos. Los resultados revelaron una variación sorprendente: algunos participantes dejaron de comer después de consumir 140 calorías, mientras que otros excedieron las 2000 calorías. En promedio, los hombres consumieron más calorías que las mujeres.

El equipo investigó posibles explicaciones para esta variabilidad. Varios factores, incluidos el peso corporal, la altura, el porcentaje de grasa corporal, la relación cintura-cadera y la edad, así como las hormonas relacionadas con el apetito, como la grelina y la leptina, desempeñaron un papel limitado. Sin embargo, ninguno de estos factores explicó la gran variación en la ingesta calórica. Por eso los investigadores recurrieron a la genética.

Utilizando el aprendizaje automático, los investigadores combinaron variantes en 10 genes que se sabe que influyen en la ingesta de alimentos en una sola medida, llamada CTS-GRS (Puntuación de riesgo genético de saciedad basada en calorías). Calorías a puntuación de riesgo genético de saciedad). La puntuación, calculada a partir de una muestra de sangre o saliva, proporciona una estimación personal del umbral de saturación esperado de cada persona.

Los investigadores de Mayo Clinic calcularon la métrica CTS-GRS en ensayos clínicos con dos medicamentos aprobados por la Administración de Alimentos y Medicamentos: un medicamento de primera generación para bajar de peso, fentermina-topiramato (nombre comercial Qsymia) y un medicamento más nuevo de la clase GLP-1, liraglutida (Saxenda). Descubrieron que:

  • Las personas con un umbral de saciedad alto perdieron más peso con la combinación de fentermina y topiramato. Estos medicamentos pueden ayudar a controlar el tamaño de las porciones y reducir el consumo excesivo de comidas muy abundantes (cerebro hambriento).
  • Las personas con un umbral de saciedad bajo respondieron mejor a la liraglutida. Este medicamento puede reducir el hambre general y la frecuencia de ingesta de alimentos (intestinos hambrientos).

“Con una sola prueba genética, podemos predecir quién tiene más probabilidades de tener éxito con dos medicamentos diferentes”, afirma el Dr. Acosta. “Esto significa una atención más rentable y mejores resultados para los pacientes”.

El equipo realizó estudios adicionales para predecir la respuesta a la semaglutida, otro fármaco de la clase GLP-1 (comercializado con los nombres Ozempic y Wegovy), y se espera que los resultados se publiquen pronto. Además, los investigadores están trabajando para ampliar la prueba incorporando datos de microbioma y metaboloma, así como desarrollando modelos para predecir efectos secundarios comunes, como náuseas y vómitos.

Conflicto de intereses o divulgación: la tecnología CTS-GRS tiene licencia para Ciencias fenomixUn socio de Mayo Clinic en la comercialización de innovaciones. Esta tecnología ya se utiliza en 300 clínicas de Estados Unidos.