November 17, 2025
En España cada vez son más los padres que se quejan de sus hijos en la universidad. Hay “padres monstruos” en Tokio

 – La nación
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En España cada vez son más los padres que se quejan de sus hijos en la universidad. Hay “padres monstruos” en Tokio – La nación

La foto era asi absolutamente perturbador No pasó mucho tiempo para que se volviera viral. Hace unas semanas, la Universidad de Granada saltó a los titulares porque un vicedecano de la Facultad de Educación puso un cartel recordando que los profesores “no sirven a los padres” e insistiendo: “Todos los alumnos matriculados son mayores de edad”. Algo parecido hizo la Universidad de Oviedo, que también publicó un cartel similar demostración que sus alumnos ya son adultos y la normativa limita la información que el centro puede dar a sus padres.

Sin embargo, el fenómeno no se limita sólo a España. En Japón, los padres sobreprotectores se han convertido en un problema tan grave que las autoridades se han visto obligadas a hacerlo Mover pestaña en las escuelas. El objetivo: proteger a los docentes.

Nuevas pautas. El hecho de que un organismo como la Junta Metropolitana de Educación de Tokio emita directrices sobre cómo deben actuar las escuelas en determinadas circunstancias no es nada nuevo. Es cierto que estas políticas no se centran en cargas docentes, horarios, actividades extracurriculares ni nada que tenga que ver con la educación de los jóvenes ni con la organización del profesorado.

El objetivo del nuevas recomendaciones Los miembros del consejo están centrados en otra cosa. Básicamente, cómo deben comportarse los profesores cuando se topan con lo que ya han empezado a llamar en Japón (y no sin razón). “Padres Monstruos”padres y madres sobreprotectores que no temen discutir con los profesores, exigir responsabilidades y mantener largas discusiones sobre todo tipo de temas.

¿Pero es tan grave el problema? Eso parece. Y hay algunos estudios que ayudan a entenderlo. una encuesta Un estudio de unos 12.000 profesores de escuelas públicas de Tokio publicado en abril encontró que el 22% afirmó haber sido tratado de forma “socialmente cuestionable” por personas ajenas a la escuela, en particular los padres. A informe anteriorEl estudio, realizado hace apenas un año por la Asociación Japonesa de Ayuda Mutua de Maestros de Escuelas Públicas, también encontró que tratar con los padres de los estudiantes es una fuente de estrés para los maestros.

Asociado con el Karoshi. No se trata sólo de que los padres refuercen los temores de los profesores. Como recordar Esta semana en AsiaLo habitual es que cada profesor tenga varias clases con decenas de alumnos (unos 30), por lo que las reuniones y llamadas telefónicas con los padres acaban convirtiéndose en una carga de trabajo adicional que alarga la jornada del profesorado. A veces varias horas a la semana.

Un informe actual sobre karoshiconocida como “muerte por exceso de trabajo”, refleja que durante los últimos tres años el sector educativo ha sido uno de los sectores con mayor proporción de personal trabajando más de 60 horas semanales. Sólo les superan el transporte, la logística y la hostelería.

“Solicitudes irracionales”. ¿Por qué se quejan? “Padres Monstruos”? ¿Qué les hace presentarse de vez en cuando ante los profesores de sus hijos, enviarles mensajes o dejarlos horas al teléfono? Los tiempos de Japón habla de “solicitudes irracionales” relacionadas con estudiantes que se niegan a asistir a clase o son amonestados, pero otros medios informan de casos más extraños.

Esta semana en Asia se refiere Quejas de padres molestos porque los cerezos no habían florecido a tiempo para la ceremonia de graduación de sus hijos, por el sabor de los menús escolares o por picaduras de insectos. “Hay dos tipos de padres: los que son exigentes pero amables y a veces nos hacen regalos, y los que siempre parecen insatisfechos pase lo que pase”, dice un profesor.

Sobre insectos y amigos.. Tsuji, profesor de sociología cultural en la Universidad Chuo de Tokio, reconocer su temor de que el fenómeno vaya más allá de las escuelas y llegue a las facultades. “Estos jóvenes están en la universidad y, sin embargo, sus padres insisten en decirles a sus profesores qué hacer”, afirma. “La universidad recibió quejas de los padres sobre la calidad de la comida y una madre llamó para preguntar por qué su hijo no había hecho nuevos amigos”.

No hace mucho, ella misma tuvo que ayudar a una madre que estaba preocupada porque su hijo universitario no encontraba novia. “No sabía qué responder”, admite.

Otro profesor se refiere a la tortura que conlleva los viajes escolares. “Los padres llaman o envían mensajes de texto a los maestros a medianoche o incluso más tarde para preguntar qué necesita traer su hijo, dónde reunirse, a qué hora llegar, qué verán, etc.”. Lo más extraño, lamenta, es que toda esta información se comunica a todos los alumnos con mucha antelación.

dar orden. Teniendo esto en cuenta, la Junta de Educación de Tokio ha publicado una serie de directrices para las áreas metropolitanas. ¿El objetivo? Que sus profesores sepan cómo proceder. Tus pautas son claras y sencillas: las reuniones de padres y profesores ya no duran 30 minutos semanales, en casos especiales una hora como máximo, para evitar que interrumpan el resto de su trabajo.

A estas reuniones también asistirán al menos dos profesores y si los padres insisten en una reunión con la institución, el caso será remitido por los profesores a la dirección.

A partir de la cuarta reunión entran en juego otros expertos que se ocupan del tema, como psicólogos o abogados. Por supuesto, las conversaciones se graban y si es necesario (en caso de que un padre pierda los modales) empresa de seguridad o incluso la intervención de la policia.

¿Porque? La gran pregunta. ¿Qué explica el fenómeno de los “padres monstruos”? Aunque en Tokio el foco estuvo en las escuelas y no tanto en las facultades, el trasfondo no difiere del de las polémicas surgidas aquí en Oviedo o Granada: padres protectores y autoridad disminuida de los profesores.

“Este problema ha aumentado en los últimos años” confiesa Tsuji.quien recuerda que en medio de la crisis de natalidad en Japón, los padres están enfocados en el bienestar y el éxito académico de sus hijos. A esto se suman los cambios culturales y sociales, incluido el hecho de que los nuevos padres provienen de generaciones educadas que se sienten más empoderadas al tratar con los maestros.

Imágenes | Egor Myznik (Unsplash) Y Stephanie Hau (Unsplash)

En Xataka | Hay un símbolo nacional que Japón ha mantenido sin cambios durante generaciones: una mochila escolar muy cara.