“Quiero asegurarme de que seguimos apoyando a los aliados que respetan los principios democráticos básicos”, dijo un congresista estadounidense tras reunirse con el embajador. – La nación
Luego de varias horas de incertidumbre sobre el alcance de la reunión entre el congresista Mario Díaz-Balart y la embajadora de Costa Rica en Washington, Catalina Crespo, el legislador finalmente se pronunció en sus redes sociales.
“Tuve un encuentro positivo con la embajadora de Costa Rica en Estados Unidos, Catalina Crespo, sobre una relación estrecha y duradera entre nuestros países”, publicó en X.
“Como presidente del Comité de Asignaciones de Seguridad Nacional y del Departamento de Estado en el Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, que es responsable de proporcionar financiación para nuestras prioridades de seguridad nacional y política exterior, tengo la responsabilidad de proteger los recursos proporcionados por los contribuyentes estadounidenses”, añadió.
Díaz-Balart indicó que trabaja para definir un presupuesto de cooperación para 2026 y, en ese contexto, señaló que se están revisando las prácticas internas de los países receptores de las subvenciones.
“Quiero asegurarme de que sigamos apoyando a nuestros aliados que respetan los principios democráticos básicos. Mi legislación reconoce los notables esfuerzos de Costa Rica para apoyar los esfuerzos internacionales para combatir el narcotráfico, el crimen transnacional y la trata de personas”, escribió.
“Trabajar juntos significa comunidades más seguras, la protección de vidas y una Tierra más segura para todos”, añadió.
Díaz-Balart considera inmunidad presidencial
La reunión del viernes estuvo precedida por otro mensaje del congresista, en el que se refirió al proceso legislativo para quitar la inmunidad al presidente Rodrigo Chaves.
La publicación fue malinterpretada por algunas fuentes en Costa Rica, quienes afirmaron que se trataba de una apelación al Congreso de Estados Unidos.
Sin embargo, la reunión fue estrictamente bilateral. Después de la reunión, Díaz-Balart reiteró sus preocupaciones sobre el estado de la democracia, aunque sin plantear dudas sobre el proceso de inmunidad.
“Cualquier signo de retroceso en los principios democráticos básicos exige nuestra atención”, concluyó.