Las presiones y los cambios caracterizan la elección de carrera en la primera generación pospandemia – La nación
San José, 24 nov (elmundo.cr) – Casi 50 mil estudiantes costarricenses de quinto y sexto año escolar deberán elegir una carrera en 2025, muchos de ellos nacidos entre 2008 y 2009: el primera generación pospandemiaque vivió una adolescencia caracterizada por clases virtuales, encierros y un sistema educativo en transición.
Expertos en educación y salud mental advierten que esta cohorte se enfrenta a una decisión más emocional y compleja que las generaciones anteriores, en medio de presiones familiares, sobreinformación y un entorno laboral bastante afectado por las nuevas exigencias del mercado laboral.
“Con más información que nunca, pero también con más ansiedad, estos adolescentes tienen que tomar una decisión que parece definirlo todo: qué (y dónde) estudiar. Un paso que se ha convertido en fuente de ansiedad y presión para muchos. Estos jóvenes hoy tienen más acceso a la tecnología y a nuevas herramientas de trabajo/estudio, pero al mismo tiempo menos claridad sobre su futuro.“, explica Elisa Meza, orientadora profesional de Universidades.cr.
Según especialistas en neuropsicología, el lóbulo prefrontal, responsable de planificar, tomar decisiones y controlar las emociones, recién se desarrolla a los 25 años. Esto significa que deben definir su futuro académico en una etapa donde la emoción supera a la razón, lo que explica la incertidumbre, la indecisión y los frecuentes cambios de carrera que se observan hoy en los centros educativos del país.
“Vemos una generación que toma decisiones importantes con una enorme carga emocional: presión familiar, expectativas propias y un mercado laboral incierto. Muchos vienen con ansiedad, episodios de pánico o tristeza persistente, y esto afecta su claridad en la elección. La orientación vocacional no puede separarse de la salud mental; Hoy más que nunca necesitamos acompañarlos con herramientas psicológicas y vocacionales para que puedan identificar sus habilidades y tomar decisiones informadas en un ambiente seguro.”, destaca Fernando Mena, director académico de Psicología de Ulatina.
Tener dudas a la hora de elegir una carrera, según los especialistas, no es un signo de inmadurez, sino una reacción natural de un cerebro que sigue madurando y aprendiendo a tomar decisiones. La clave aquí es lo que hacen los jóvenes ante esta realidad y el papel de sus padres/tutores.
“No se trata sólo de decidir entre una carrera u otra, sino de entender quién soy, qué me mueve y cómo lo conecto con las opciones reales que existen. La ansiedad se produce cuando sentimos que tenemos que decidir sin antes entendernos a nosotros mismos. Por eso promovemos espacios donde el proceso sea acompañado, no impuesto.“Agrega Meza.
solo este año Universidades.cr realizó 266 visitas a colegios de todo el país, impactando a más de 25 mil estudiantes con guías, charlas y concursos scouts sobre Orientación Profesional, como parte de sus esfuerzos personales y virtuales para influir tanto en los jóvenes en su elección de carrera como en el desarrollo del país.
Las personas mayores son especialmente vulnerables a las opiniones de los demás y buscar aprobación puede nublar sus criterios de selección. Es por eso que el consejero comparte una lista de pasos prácticos pero claves para quienes pasan de la escuela a la universidad este año.
Para Elisa Meza el proceso debería ser más humano y menos mecánico. Estas son sus principales recomendaciones:
- Conócete a ti mismo antes de decidir. Identificar intereses, valores y habilidades personales.
- Busque orientación profesional. La orientación profesional ayuda a reducir la ansiedad y explicar las opciones.
- Explora sin miedo. Prueba diferentes áreas, habla con profesionales y conoce las realidades del mercado laboral.
- Habla con la familia. La comunicación abierta, sin imposiciones, fomenta decisiones más informadas.
- Acepta la posibilidad de cambio. Corregir no es fracaso, es parte del crecimiento.
Los adolescentes costarricenses que van a elegir una profesión enfrentan hoy no sólo un desafío académico, sino un profundo proceso emocional. Y el desafío apenas comienza: en 2026 y 2027, la generación Alfa entrará en el ciclo diversificado, lo que trae consigo una relación más digital con el mundo, menos tolerancia a la frustración y una necesidad aún mayor de apoyo psicológico y vocacional.
“Las próximas generaciones necesitarán más espacios para explorar y conectarse con lo que realmente les motiva y las nuevas demandas del mercado; eso, a nivel de habilidades blandas y duras. Espacios como Plasma.cr Brindan una oportunidad para hacerlo: permiten a los jóvenes descubrir sus afinidades, conocer diferentes carreras y visualizar su futuro con mayor claridad. La orientación profesional debería adaptarse a ellos y no al revés”, destaca el experto en orientación.