
Sanciones por emplear a menores en actividades delictivas en Costa Rica.
El pasado martes, durante una sesión legislativa, se llevó a cabo un debate crucial en torno al proyecto de ley número 24028. Este proyecto fue aprobado y se presenta como una iniciativa que busca abordar con seriedad y dureza el problema de la utilización de menores de edad en la comisión de delitos. La propuesta fue presentada por Alejandra Larios, subdirectora general de la liberación nacional, quien ha planteado la necesidad de imponer severas penas a quienes contraten a menores para delinquir.
El diputado Larios enfatizó en su intervención que, aunque los menores puedan ser responsabilizados legalmente por actos delictivos, aquellos adultos que les utilizan como instrumentos para sus actividades criminales a menudo quedan libres de consecuencias. Informó que, bajo esta nueva legislación, los adultos que se beneficiaron de la utilización de menores enfrentarán sanciones significativas.
“Con esta herramienta legislativa en nuestras manos, aquellos adultos que estén en complicidad con estos crímenes enfrentará la prisión. Esta legislación representa un avance importante en nuestra lucha contra el crimen organizado”, afirmó Larios con convicción.
La votación resultó en un apoyo unánime, con 44 legisladores presentes en el salón de sesiones del MP respaldando la iniciativa. Cabe recordar que esta propuesta ya había sido objeto de discusión previa y había sido aprobada en su primera lectura la semana anterior, lo cual facilita su ascenso en el proceso legislativo.
Ahora, el texto de la ley ha sido enviado al edificio presidencial donde espera la firma y sanción del presidente Rodrigo Chaves. Posteriormente, se procederá a su publicación en el Gazette, lo que permitirá su entrada en vigor, marcando así un paso importante en la lucha contra la delincuencia juvenil.
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Sanciones contempladas en la nueva ley
De acuerdo con lo estipulado en el nuevo marco legal, la contratación de menores para participar en delitos de carácter malicioso será castigada con penas de cuatro a seis años de prisión. Esta penalización se incrementará a entre cuatro y ocho años si el autor de los hechos lleva a cabo actos de agresión, intimidación, o amenaza directa a un menor o a su familia, o si utiliza la situación de vulnerabilidad económica, la exclusión educativa o el estatus de inmigrantes irregulares para manipular a los menores.
Las estadísticas del poder judicial son alarmantes; se ha registrado un incremento notable en los delitos violentos perpetrados por menores en los últimos cinco años. En 2019, se documentaron 496 incidentes, cifra que se disparó a 1,004 en 2023. De hecho, las autoridades han identificado a menores de apenas 13 años involucrados en actividades delictivas como sicarios, lo cual es un claro indicador de la gravedad del problema.
Costa Rica cerró el año 2024 con una cifra escalofriante de 880 asesinatos, posicionándose como el segundo año más violento en la historia del país. De estos homicidios, al menos en 64 casos estuvo implicado un menor, según datos proporcionados por la oficina penal.
Las organizaciones del crimen organizado han explotado la vulnerabilidad de los menores, quienes, ante la falta de oportunidades de educación y empleo, se ven arrastrados a formar parte de estas estructuras criminales. Con la implementación de esta nueva legislación, el estado busca frenar esta tendencia y fortalecer su capacidad para luchar contra la criminalidad en el país.
La aprobación de esta ley es fundamental en la protección de los derechos y la seguridad de los menores y, en general, de la ciudadanía, al mismo tiempo que refuerza las herramientas jurídicas para combatir la impunidad asociada al uso de menores para la comisión de delitos organizados, según lo expone el diputado Larios.
Comentario del editor: Imagen de portada en ilustraciones.