December 10, 2025
Las personas más conectadas de la historia son también las que experimentan más soledad

 – La nación
Tecnología

Las personas más conectadas de la historia son también las que experimentan más soledad – La nación

Tendemos a pensar en la soledad como un aislamiento total: una habitación vacía y un teléfono que no suena. Ver a una persona rodeada de gente y llevando una vida social activa parece que no puede sentir la soledad, pero la realidad es muy diferente en España, donde los estudios demuestran que nunca hemos estado más conectados tan solo al mismo tiempo. Y los jóvenes son los más afectados.

El problema en España. Un estudio reciente publicado en PLOS One acaba de nombrar un fenómeno que define a la Generación Z y a los Millennials más jóvenes: la ambivalencia social. Y no es que a los más jóvenes de nuestra sociedad les falten amigos o planes para la vida cotidiana, pero demuestra que la cantidad de interacción social no es garantía de un bienestar emocional óptimo. Tener decenas de “me gusta” en una publicación en Instagram no significa estar acompañado.

Algo que contenga los datos del Informe de SoledadES en España lo ha confirmado, ya que sus conclusiones indican que estamos viviendo una epidemia silenciosa, con un 69% de los jóvenes admitiendo haberse sentido solos. Y esto sin importar la cantidad de seguidores en las redes sociales o la cantidad de amigos que tengas a tu lado todos los días.

Cambio de concepto. Durante décadas, la sociología asumió que la soledad era simplemente la falta de contacto social que se presenta en las personas que no salen ni interactúan con nadie. De esta forma, la ecuación parecía sencilla: cuantos más amigos tienes, menos soledad sientes.

Sin embargo, esto ya no es así, como se ha observado en adultos de 18 a 29 años. Esto demuestra que las personas que tienen un alto nivel de vínculos sociales también experimentan sentimientos de soledad.

Los más afectados. el estudionoble “Solitario y conectado en la edad adulta emergente”señala ambivalencia social Ocurre particularmente en momentos de transición de la vida. Los adultos jóvenes atraviesan una fase de inestabilidad, por ejemplo cuando cambian de lugar de residencia para estudiar, ingresar al mercado laboral o finalizar sus estudios.

Esto sólo destruye las redes de apoyo, como el contacto con los amigos que hiciste en la universidad o la necesidad de conocer gente nueva en el trabajo. Por lo tanto, la conclusión es bastante clara: una agenda social integral no protege contra sentimientos de aislamiento si las interacciones carecen de profundidad o si el joven siente que no encaja en el entorno cambiado.

Radiografía en España. Él “Estudio sobre juventud y soledad no deseada en España”financiado por el Observatorio Estatal de la Soledad No Deseada (SoledadES) de la Fundación ONCE, nos aporta una información que nos alarma.

En este caso así lo señalan El 25,5% de los jóvenes españoles entre 16 y 29 años dicen sentirse solos actualmente. Pero cuando se amplía el enfoque, casi 7 de cada 10 jóvenes se sienten solos ahora o se han sentido así en algún momento reciente.

Su duración. En este informe quizás no sea la cantidad lo que importa, sino la duración, ya que este sentimiento se está cronificando entre los jóvenes de nuestro país. Según los datos, tres de cada cuatro jóvenes que sufren esta soledad llevan más de un año en esta situación. Pero casi la mitad todavía se siente cómoda Así desde hace más de tres años.. Algo que sobrevive plenamente al período crítico de la adolescencia.

Porque. Entre los motivos que intentan justificar esta sensación, la inestabilidad es la que más aumenta el peso. Esto se puede ver en los cambios de entorno por el estudio o el trabajo, que nos obligan a formar nuevas relaciones y romper los vínculos originales donde había mayor confianza.

En España esto se ve exacerbado por factores socioeconómicos. La dificultad de la emancipación, la precariedad laboral y la incertidumbre sobre el futuro dificultan la creación de algo. Lazos de calidad que realmente combatan la soledad, frente a la mera “cantidad” de interacciones sociales.

Y aquí se nota que no es importante tener muchos amigos, sino que, aunque sean pocos, sean de gran calidad. Y esa es la cualidad que a veces falta, poder ser 100% transparente con otras personas, para no sentirnos tan solos por no poder expresar nuestras preocupaciones y guardárnoslas para nosotros mismos.

Imágenes | Mert Uner Şahin Sezer Dinçer

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