
Los teólogos alemanes juegan un papel destacado en la reforma de las acciones del Papa Francisco.
Berlín, abril (DPA) . Los teólogos alemanes Daniel Bogner y Michael Seeewald han destacado hoy el significativo papel de reforma que ha sido aceptado y promovido por el fallecido Papa Francisco, un legado que indudablemente ha contribuido a transformar la Iglesia Católica a lo largo de su pontificado.
“El Papa Francisco será recordado en la historia del cristianismo como un gran papa”, comentó Bogner, quien se desempeña como profesor de teología moral y ética en la Universidad Suiza de Friburgo. Su estilo de vida sencillo y humilde logró resonar más allá de lo que muchos de sus predecesores habían alcanzado, lo que, según él, es una de las claves de su éxito y reconocimiento.
“El constante recordatorio que nos deja su pontificado es que la iglesia no existe solamente para su propio beneficio, sino que está en el mundo para testificar sobre la esperanza y ofrecer una vida mejor en medio de la desesperación que muchas personas experimentan en la actualidad”, enfatizó Bogner, de 52 años. Esta visión inclusiva y de servicio es, a su juicio, una de las contribuciones más significativas que el Papa Francisco dejó en su paso por el Vaticano.
“Es posible que el Papa Francisco sea recordado como el pontífice que tuvo el valor de dar los primeros pasos necesarios hacia una reforma auténtica de la iglesia”, añadió Bogner, subrayando la importancia de las decisiones tomadas por Francisco en un contexto de necesidades sociales y espirituales cambiantes.
Por otro lado, el teólogo Michael Seeewald indicó que, aunque Francisco se considera un “papa reformante”, lo hace de una manera particular, frecuentemente desafiando las expectativas de los reformadores tradicionales. “De todos modos, ha logrado romper con ciertas rigideces en la iglesia. El modo en que Francisco ha logrado reevaluar el tratamiento a las parejas del mismo sexo, por ejemplo, ha transformado profundamente la cultura de la convivencia eclesiástica”, explicó.
Desde su perspectiva, Seeewald expresó que preferiría una iglesia que esté más conectada a las necesidades reales de las personas, en lugar de una iglesia que se mantenga encerrada en un esterilizado recetario de dogmas. “Para él, fue increíblemente importante que las acciones pastorales estuvieran enfocadas en las personas y en sus necesidades, en lugar de en líderes dogmáticos externos”, consideró.
El proceso sinodal que Francisco inició fue valorado por Seeewald como “el mejor proceso de consulta en la historia de la Iglesia Católica”, destacando su relevancia en la búsqueda de una mayor participación de la comunidad católica.
Bogner, desde su lugar, expresó su esperanza de que la selección de un nuevo papa pueda ser un proceso que contemple una continuidad a largo plazo en la visión reformista que Francisco instigó. Señaló que el fallecido papa renovó significativamente el Colegio Cardenalicio según su propio enfoque durante su mandato, sugiriendo que, debido a este enfoque de diversidad, una opinión podría perdurar por más tiempo.
Por su parte, el experto en derecho canónico Thomas Schüller coincidió en que el cónclave que elegirá al nuevo pontífice enfrentará muchos desafíos debido a la diversidad del Colegio Cardenalicio que Francisco formó. “Me temo que será un cónclave más largo y complicado, dado que el grupo de votantes es heterogéneo. Muchos de los cardenales designados por Francisco recientemente provienen de los rincones más variados del mundo y no se encasillan fácilmente en facciones o corrientes específicas”, advirtió el investigador de la Universidad de Münster.
Schüller también agregó que muchos de ellos carecen de la experiencia necesaria para marcar el rumbo dentro del entorno político tradicional de la iglesia. “Será interesante observar cómo se comporta este grupo, en particular si los reformistas logran imponerse y consensuar un candidato”, comentó.
Asimismo, explicó que representa un reto observar cómo actuarán también los independientes, aquellos que han sido designados por Francisco y provienen de lugares como Mongolia o Timor, que pueden no estar tan familiarizados con las prácticas romanas, pero que anhelan tener la libertad para elegir al candidato que mejor consideren.
Finalmente, Schüller reflexionó sobre la importancia del legado de Francisco, señalando que ha logrado romper con el eurocentrismo histórico de la Iglesia Católica, permitiendo que diversas culturas y nacionalidades estén ahora representadas en el Colegio Cardenalicio. “La continuidad de la reforma de Francisco, sin embargo, dependerá de quién sea elegido como su sucesor”, concluyó. “No obstante, hay que recordar que una vez que un espíritu de libertad se despierta, como vimos en 1989 con la caída del Muro de Berlín, no se puede volver a encerrar. Francisco empodera a los fieles”, afirmó con convicción.
Para concluir, Schüller mencionó que, como primer Papa proveniente de América del Sur, Francisco ha mostrado una clara crítica hacia la élite económica y no teológica, haciendo un esforço consciente por seguir el ejemplo de Jesús al enfocarse en la pastoral hacia los más pobres y vulnerables.