
Olga Morera: Hablar de los derechos humanos sin asegurarlos es una forma de hipocresía.
Olga Morera: Hablar de los derechos humanos sin garantizarlo es hipocresía
San José, abril (Elmundo.cr) – En un potente discurso, la diputada de Nueva República, Olga Morera, se pronunció con firmeza sobre la crítica situación de los derechos humanos en el país, afirmando que “hablar de los derechos humanos sin garantizarlo es la hipocresía”. Esta declaración revela su profundo compromiso con el bienestar de la ciudadanía y la necesidad urgente de transformar las leyes en acciones concretas.
Morera enfatizó que “la defensa de los derechos humanos no es un discurso, no es una moda pasajera, no es una bandera ideológica como muchos usan”. Esta aseveración destaca la diferencia entre un mero enfoque retórico y la auténtica esencia de lo que significa actuar en defensa de los derechos fundamentales. Subrayó que esta defensa es, ante todo, un “compromiso moral, legal y político que debe reflejarse en cada acción del estado”. Sin duda, estas palabras resuenan profundamente en un contexto donde la injusticia social persiste.
La diputada también recordó un dato alarmante: ‘Tenemos alrededor de 900 mil costarricenses en las listas de espera del sistema de salud pública”. Esta cifra pone de manifiesto la crisis en el acceso a servicios médicos, lo que plantea una cuestión crucial sobre la efectividad de la garantía de los derechos humanos en el país.
“¿Cómo podemos decir que defendemos los derechos humanos si tenemos casi una quinta parte de la población esperando una cirugía, para un tratamiento o una cita médica que puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte? cuestionó Morera. Para ella, la realidad es innegable: existen vidas que dependen de la atención médica oportuna, y las demoras injustificadas revelan una falta de compromiso por parte del estado. “¿Cuáles son los discursos si tenemos muertes por personas que no están atendidas hoy? ¿Dónde estaban los derechos humanos de esas personas? ¿Quién responde a esas vidas?” Estas preguntas sirven como un poderoso recordatorio de la responsabilidad que recae sobre el estado para garantizar la protección de sus ciudadanos.
Morera, sin embargo, no se detuvo en la crítica; también defendió el papel del CCSS, aunque con la aclaración de que “hoy se ha convertido en un laberinto de frustración y dolor”. Su análisis se extiende a la experiencia de aquellos que dependen de servicios críticos, poniendo de relieve la necesidad de cambios significativos en el sistema de salud.
‘¿Qué derechos humanos puede una persona que no tiene acceso a la cirugía que ha estado esperando durante años? volvió a insistir, poniendo en tela de juicio la dignidad de aquellos que se encuentran en situaciones desesperadas. “¿Qué dignidad tiene un adulto mayor que se desmayó en una emergencia?” La pregunta resuena como un eco de la indignidad que sufren muchos en un sistema que falla constantemente en cumplir con su promesa de cuidado.
Morera hizo referencia a un caso preocupante en el hospital de Alajuela, donde los usuarios de emergencia duermen en sillas y están superpoblados, y comparten el pequeño espacio privado de libertad. Esta descripción de la realidad hospitalaria no es una excepción, sino que refleja una situación muy similar en otros hospitales del país, incluyendo el Hospital Calderón Guardia, donde las condiciones de atención son igualmente deplorables.
Al concluir, la diputada expresó su urgencia al decir: “No más palabras, necesitamos acciones, necesitamos líderes que garanticen los resultados. La defensa de los derechos humanos comienza reconociendo que no pueden esperar”. Este llamado a la acción es fundamental si realmente se quiere hacer frente a la crisis que atraviesa el país en términos de derechos humanos.
Yamileth Angulo
El mundo CR