
Las fábricas en China se ven afectadas por las tarifas impuestas por Trump.
BEIJING, 30 de abril (Elmundo.CR) – La actividad de fabricación en China ha sufrido una caída drástica en abril, marcando el descenso más significativo que el país ha experimentado en más de 16 meses. Este deterioro se debe principalmente al contundente impacto de la política arancelaria del gobierno de Donald Trump, la cual ha elevado considerablemente la presión sobre Beijing para que implemente nuevas medidas de estímulo económico que puedan mitigar esta crisis en el sector industrial.
La notable disminución en la actividad de manufactura resalta el profundo daño que han causado las tarifas del 145 % impuestas por Estados Unidos a diversos productos provenientes de China. Este tipo de medidas afectan de manera significativa a un país que, como China, se sustenta en la exportación y la manufactura como pilares de su economía. Las empresas chinas están enfrentando un escenario complicado, donde las tarifas no solo incrementar costos, sino que también han puesto en riesgo miles de empleos en el sector productor.
Los fabricantes han comenzado a experimentar los efectos nocivos de estos altos impuestos desde el mes pasado, lo que ha llevado a que se amplíen tanto las cancelaciones de pedidos como los recortes en la producción. Este fenómeno ha generado nuevas y crecientes preocupaciones sobre las perspectivas de crecimiento para el país asiático, ya que cada vez más empresas se ven forzadas a reducir su actividad debido a la baja demanda y los altos costos de operación.
De acuerdo con los últimos datos proporcionados por la Oficina Nacional de Estadísticas (NBS), el índice de gerentes de compra (PMI) correspondiente al sector manufacturero ha caído a 49 puntos. Este número representa el nivel más bajo registrado desde diciembre de 2023 y es una señal alarmante, ya que cualquier lectura por debajo de 50 puntos indica una contracción en la actividad del sector manufacturero. Esto sugiere que más empresas están lidiando con contratiempos significativos en sus operaciones, lo que a su vez podría crear un efecto dominó en la economía en general.
Debido a estos desafíos, los analistas han comenzado a prever que el gobierno chino intensifique sus esfuerzos de estímulo fiscal y financiero en los meses venideros, buscando activamente reactivar la economía y recuperar un nivel saludable en el crecimiento. La implementación de nuevas políticas y programas de estímulo se vuelve crucial, no solo para ayudar a los fabricantes locales, sino también para restaurar la confianza en los mercados y aprovechar oportunidades para impulsar la economía a medida que las tensiones comerciales continúan afectando las relaciones internacionales.