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San José, 3 de mayo (Elmundo.Cr) – El empresario Antonio Barzuna Thompson ha calificado la situación actual entre el departamento de seguros y el Instituto Nacional de Seguros (INS) como un verdadero “metido de patas”. Esta controversia ha ganado atención en diversos medios de comunicación, especialmente desde que la Superintendencia General de Seguros (SUGESE) emitió un informe donde describe las pérdidas técnicas del INS en ciertas líneas de seguro, calificándolas de “colapso”.
Ante esta crítica situación, el Mundial CR se ha puesto en contacto con Barzuna, quien compartió su perspectiva sobre el impacto que tiene la regulación sobre el negocio de seguros. Según él, el daño a la reputación que provoca el organismo regulador en el ambiente de negocios es mucho más grave que cualquier “advertencia puntual” relacionada con las líneas de seguros que comercializa la aseguradora. Barzuna sostiene que este tipo de informes podría poner en riesgo la confianza pública en el INS, que es conocido como la institución pública más rentable de todo el estado costarricense.
Es fundamental destacar que el INS ha sido históricamente un pilar dentro del sistema de seguros en Costa Rica. Sin embargo, Barzuna cuestiona la metodología del regulador al basarse en información financiera preliminar para emitir juicios sin esperar los resultados finales de los estados financieros auditados. Desde su punto de vista, esta manera de proceder no solo es apresurada, sino que también puede llevar a confusiones en la interpretación de la salud financiera del INS.
El término “colapso” utilizado por el regulador es, según Barzuna, un calificativo que resulta exagerado, imprudente e incorrecto. En su opinión, el INS, dada su magnitud y rol en el mercado, debe ser considerado como una institución ‘sistémica’. Esto significa que cualquier calificación desfavorable emitida por la entidad reguladora debería ser realizada a través de la Consejo Nacional de Supervisión Financiera (CONASSIF), una medida que asegura que se haga bajo criterios justos y basados en información definitiva.
“Creo que es momento de evaluar lo que está sucediendo tras tantos años con un regulador que se mueve imprudentemente”, comenta Barzuna. “¿Qué más está esperando CONASSIF para tomar una posición clara en esta materia?”. Así se cierra la declaración del empresario, sugiriendo que es tiempo de un cambio en la gestión regulatoria para asegurar la confianza en el sistema de seguros en Costa Rica. Esta situación subraya la necesidad de un diálogo constructivo entre las instituciones reguladoras y los actores del mercado para crear un entorno más estable y predecible para todos los involucrados.