May 4, 2025
Con un dron destellante.
Tecnología

Con un dron destellante.

La historia, posiblemente apócrifa, cuenta que Benjamin Franklin llevó a cabo en 1752 su célebre experimento relacionado con la cometa, asistido por su hijo William. El experimento era una hábil “caza” de relámpagos a través de dispositivos voladores. Para ello, utilizó una cuerda que fue previamente humedecida con el fin de atraer la electricidad en el aire.

Más de 270 años después, la forma en que abordamos la captura de estas descargas atmosféricas ha evolucionado drásticamente. Ya no enviamos cometas al cielo; en su lugar, hemos introducido tecnologías más avanzadas.

Un dron para la caza de rayos. Un equipo de investigadores en Japón ha desarrollado un dron especializado en la detección y captura de rayos. Este dispositivo no solo es innovador, sino que su diseño ha sido meticulosamente concebido para atraer y conducir las descargas eléctricas hacia un destino seguro. El sistema fue creado con el propósito de desatar rayos y guiarlos hacia la tierra mediante un avión no tripulado, un avance emocionante en el estudio de la meteorología.

Un relámpago volador. El uso principal de este dron sería actuar como un dispositivo que puede servir como un “relámpago volador”. Este mecanismo puede acoplarse a cualquier dron comercial, siendo útil en situaciones donde las tormentas eléctricas presentan un riesgo significativo.

De hecho, como explica el equipo de investigación, los costos asociados con los daños provocados por rayos son alarmantes. En Japón, se estima que estos costos oscilan entre 100,000 y 200,000 millones de yenes al año (aproximadamente entre 610 y 1,220 millones de euros). Los rayos no solo suponen un riesgo para la vida humana y animal, sino también para edificios y otras infraestructuras vitales.

Jaula de Faraday. Sobrevivir a un impacto eléctrico no es tarea sencilla. Por lo tanto, el componente más crucial de este dron es su jaula de Faraday. Este tipo de dispositivo se basa en el principio de que el campo electromagnético es igual a cero dentro de una jaula balanceada. Esto significa que ninguna tensión puede cruzar e ingresar al interior de la jaula, protegiendo al dron de los efectos devastadores de un rayo. Una descarga eléctrica típica puede llevar consigo unos 30,000 amperios y 300 millones de voltios, una fuerza capaz de causar estragos.

El ingenio en acción. El equipo realizó sus pruebas del mecanismo entre diciembre de 2024 y enero de este año. En uno de los experimentos, tuvieron la oportunidad de observar un aumento en la potencia del campo eléctrico dentro de una nube. En ocasiones, el dispositivo se llevó a una altura de 300 metros para demostrar su efectividad.

El dron iba conectado a la tierra mediante un cable a través de un interruptor en el nivel del suelo. Al accionar el interruptor, el dispositivo detectó un flujo considerable de corriente a través del cable, acompañado de un aumento significativo en la potencia del campo eléctrico.

El equipo logró confirmar que existía una diferencia de más de 2,000 voltios entre el cable y la tierra justo antes del impacto de la descarga. Este experimento fue calificado como un éxito rotundo.

Uso único. El dron sobrevivió al impacto, pero la jaula que lo protegía no tuvo la misma suerte. Según el equipo de desarrollo, el dispositivo protector se derritió parcialmente debido a la intensa energía del rayo, pero el dron fue capaz de continuar su vuelo sin experimentar daños significativos.

Energía extraordinaria. El equipo responsable de este innovador dron volador también ha considerado la posibilidad de utilizar la energía de los rayos capturados por el dispositivo. En este momento, han hallado la manera de canalizar y controlar la enorme energía de estos fenómenos naturales.

Tal vez, en un futuro cercano, podremos domar por completo esta fuerza de la naturaleza. De lograrlo, sería indudablemente beneficioso contar con un aparato versátil que nos permita dirigirnos a los lugares correctos durante la tormenta.

En Xataka | El rayo más potente registrado en Oklahoma, fue 100 veces más fuerte que lo habitual y apuntó hacia las estrellas.

Imagen | Tako -by -tabblo / NTT