May 13, 2025
Una empresa ha desarrollado una alternativa al reconocimiento facial. La ausencia de escaneo facial ha comenzado a generar controversia en su utilización.
Tecnología

Una empresa ha desarrollado una alternativa al reconocimiento facial. La ausencia de escaneo facial ha comenzado a generar controversia en su utilización.

Cuando ciudades como San Francisco decidieron prohibir el uso de la tecnología de reconocimiento facial en la policía, muchos celebraron esto como una victoria significativa para la privacidad de los ciudadanos. Sin embargo, con el avance de la tecnología, ha surgido una nueva herramienta que comienza a actuar como una alternativa. Este sistema, que no utiliza el reconocimiento facial, permite a las autoridades identificar a las personas con una precisión notable mediante otras características.

Identificar sin analizar la cara. La herramienta se llama Carril y ha sido desarrollada por Veritone, una empresa especializada en soluciones de inteligencia artificial que se aplican a los análisis de video. A diferencia de los sistemas de reconocimiento facial tradicionales, esta tecnología identifica a las personas en función de atributos físicos como la tez, el color y el estilo del cabello, el tipo de ropa, los accesorios y el tipo de calzado que utilizan. Aunque el algoritmo tiene la capacidad de diferenciar el tono de la piel, la compañía aclara que no permite la búsqueda explícita basada en este criterio. Integrando toda esta información visual, el sistema genera cronologías que permiten seguir a una persona en diferentes escenarios y fuentes de video, creando una narrativa visual de sus movimientos y acciones.

No es un concepto en desarrollo o una promesa futura. Según los informes de Veritone, más de 400 clientes en Estados Unidos ya están utilizando esta tecnología, abarcando desde fuerzas policiales hasta universidades y empresas tanto estatales como locales. Algunos de estos usuarios incluyen abogados federales del Departamento de Justicia, quienes comenzaron a utilizar la herramienta en agosto de 2024. Carril está disponible a través de plataformas en la nube como Amazon Web Services y Microsoft Azure, y es parte del ecosistema de la compañía destinado a soluciones de análisis forense digital.

Un sistema funcional. En la actualidad, Carril opera exclusivamente con videos grabados, como aquellos capturados por cámaras corporales, drones, grabaciones públicas en YouTube o contenido proporcionado por los ciudadanos. Veritone afirma que estará habilitando el análisis en programas en vivo en menos de un año, lo que podría abrir la puerta a un sistema de vigilancia en tiempo real que siga a las personas incluso si sus rostros no son visibles.

Cubrir tu cara ya no garantiza el anonimato. Hasta este momento, cubrirse el rostro o alterar la apariencia con cambios de cabello, grandes gafas, maquillaje o ropa debería ser suficiente para confundir a los algoritmos de reconocimiento facial. Sin embargo, Carril opera de una manera diferenciada. No depende de la cara, sino de patrones visuales generales que permiten seguir a una figura a través de distintos videos analizando su tez, ropa y modo de desplazarse. Si bien necesita un punto de partida —una persona debe ser señalada antes de que comience la persecución—, su funcionamiento pone en duda muchas de las estrategias clásicas utilizadas para evitar ser identificadas.

¿Y la privacidad? Aunque esta tecnología no utiliza datos biométricos en el sentido estricto, como rostros o huellas digitales, sí se basa en atributos físicos y estéticos que, a menudo, pueden ser comunes y repetibles. El ACLU, una organización estadounidense de defensa de los derechos civiles, advierte que herramientas como Carril podrían ampliar significativamente las capacidades de vigilancia. Por otro lado, especialistas en derechos digitales resaltan el riesgo que representa la posibilidad de rastrear a individuos a través de varias fuentes de video que, efectivamente, funcionan como un sistema de reconocimiento facial avanzado.

Una alternativa que puede evadir el marco legal actual. Dado que Carril no se basa en características biométricas tradicionales, muchas leyes destinadas a regular el reconocimiento facial en varias partes del mundo podrían no aplicarse a su uso. Esto no implica que la vigilancia se vea reducida; por el contrario, se realiza desde un ángulo técnico diferente que aún está menos regulado. Como resultado, esta herramienta se ubica en una zona gris, ofreciendo vigilancia avanzada sin entrar en el ámbito biométrico formal. Sin embargo, las implicaciones prácticas de esta tecnología son preocupantes para individuos que ya se enfrentan a un sistema que implementa un reconocimiento facial automatizado.

Fotos | Xataka con xai | Alex Knight

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