May 18, 2025
¿Qué beneficios y riesgos encara Petro con su estrategia hacia China?
El Mundo

¿Qué beneficios y riesgos encara Petro con su estrategia hacia China?

Por Gabrielle Colchen

Estados Unidos no ve con buenos ojos el reciente enfoque de colaboración entre China y Colombia. El 15 de mayo, durante la visita oficial de Gustavo Petro a Beijing, Washington hizo un anuncio contundente: las instituciones financieras multilaterales se detendrán en su apoyo a las empresas controladas por el gigante asiático que operan en Colombia. Este movimiento se produce un día después de que Petro concretara acuerdos significativos con China, marcando el primer paso hacia su incorporación en la nueva ruta de seda. Pero, ¿qué está buscando Petro en esta colaboración arriesgada que desafía a Estados Unidos?

Llorando por Washington, antes del establecimiento de la colaboración entre Colombia y China, así como el incremento de la influencia de Beijing en la región, Estados Unidos ha estado preocupándose por los riesgos asociados a esta relación.

El 15 de mayo, Washington reiteró su oposición a que agencias de financiamiento multilateral, como el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), apoyen a las empresas controladas por China en el país suramericano.

La Oficina de Asuntos Latinoamericanos del Departamento de Estado de EE. UU. expresó: “Los dólares de los contribuyentes norteamericanos no deberían ser utilizados, de ninguna manera, por organizaciones internacionales para subsidiar a empresas chinas en nuestro hemisferio”.

Según la declaración estadounidense, existe un veto a los “proyectos recientes y pagos emergentes del BID y otras instituciones financieras internacionales a empresas estatales y gubernamentales chinas en Colombia” y “en otros países de la región”, lo que podría afectar la implementación de esos proyectos.

Durante esa misma semana, el presidente colombiano, Gustavo Petro, viajó a China para participar en la Cuarta Reunión Ministerial entre Beijing y la Comunidad de América Latina y el Caribe (CELAC), de la cual Colombia actualmente ejerce la presidencia.

El 13 de mayo, Petro anunció la firma de varios acuerdos con el gobierno chino, incluyendo un memorando de entendimiento que marca un paso inicial hacia la incorporación de Colombia a la nueva ruta de seda. En este contexto, el presidente también subrayó su deseo de continuar siendo socio de Estados Unidos, esperando que su cooperación con Beijing no impacte negativamente sus relaciones con Washington.

Al respecto, Petro declaró: “No tengo resentimientos hacia Estados Unidos. He leído la historia popular de Howard Zinn y tengo conocimiento sobre esa historia libertaria, democrática y republicana de EE. UU., de modo que podemos entendernos”.

La nueva ruta de seda es una ambiciosa iniciativa comercial promovida por el gobierno chino, cuyo objetivo es expandir su influencia en el ámbito global. En América Latina, esta iniciativa se ha manifestado principalmente a través de importantes proyectos de infraestructura.

¿Qué beneficios obtendrá Colombia al acercarse a China?

China se ha convertido en el segundo socio económico de Colombia, y el proceso de colaboración que se ha forjado entre estos dos países a lo largo de más de una década es parte de una estrategia estatal bien definida. Esta ha sido una prioridad en la política exterior de varios gobiernos colombianos, tal como explica David Castrillons Krigan, profesor e investigador de la Universidad Externado de Colombia.

Como anunció el presidente colombiano, se espera que la nueva ruta de seda ayude a reducir el abultado déficit comercial de $14,000 millones que Bogotá tiene con el gigante asiático. Eduardo Pastrana Buelvas, también profesor en la Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales de la Universidad Javeriana, señala que mientras Colombia importa aproximadamente $15,000 millones en bienes de China, sus exportaciones a este país apenas alcanzan unos $2,500 millones.

Además de compensar el déficit existente con China, se anticipa que esta nueva relación permitirá a Colombia diversificar sus productos de exportación, en lugar de depender exclusivamente del sector de energía y minería, como ha sido tradicionalmente el caso, indica Pastrana Buelvas.

¿Existen riesgos en la dependencia de China?

David Castrillons Krigan advierte que la iniciativa de la nueva ruta de seda podría, en ciertos aspectos, intensificar la dependencia que Colombia ya tiene de China.

Según él, “ya existe cierto desequilibrio en la relación comercial entre ambos países, y este déficit tan grande en la balanza comercial podría hacer que Colombia enfrente futuras desventajas en su negociación”.

Por otro lado, Eduardo Pastrana Buelvas recuerda que la actual dependencia de Colombia se encuentra en gran medida vinculada a Estados Unidos. “Aproximadamente el 28% de nuestras exportaciones, especialmente en los sectores de energía y minería, se dirigen a este mercado, lo que coloca a Colombia en una situación vulnerable frente a Washington”, resalta el experto.

Aparte de la dependencia ya existente con Estados Unidos, cualquier país que sea socio comercial de Colombia se enfrenta a la realidad de que la nación suramericana no ha logrado diversificar sus exportaciones de manera efectiva.

“La dependencia de nuestras principales exportaciones hacia China o Estados Unidos se debe a que en su mayoría solo exportamos materias primas”, menciona Eduardo Pastrana Buelvas, lo que podría cambiar si se forjan lazos más diversos con China, aunque también dependerá de la dirección que tome la política colombiana en el futuro.

¿Qué riesgos enfrenta Bogotá al desafiar a Estados Unidos?

Con el acercamiento a China, Colombia podría estar generando tensiones con Estados Unidos. David Castrillons Krigan sostiene que este gobierno ha sopesado los costos y los beneficios de su estrategia con China, determinando que la participación en la nueva ruta de seda resulta valiosa.

El académico también señala que, aunque hay diferencias de enfoque entre Donald Trump y Gustavo Petro, el gobierno de Petro “decidió que era el momento de asumir un riesgo calculado, con la esperanza de que Estados Unidos, por alguna razón, modifique su postura y que Colombia divierta su política exterior”.

Adicionalmente, Eduardo Pastrana Buelvas recuerda que más de 20 países, incluyendo Chile y Argentina, han firmado memorandos con respecto a la nueva ruta de seda de China, lo que sugiere que otros países de la región han tomado pasos similares sin una respuesta negativa de Estados Unidos.

Finalmente, se plantea la pregunta: “¿Por qué deberíamos temer en Colombia cuando la mayoría de los 33 estados de América Latina y el Caribe ya han firmado acuerdos semejantes? ¿Y qué reacción ha tenido Estados Unidos hasta ahora? Prácticamente nada, dado que su influencia parece estar disminuyendo”, concluye Pastrana Buelvas.

Con Efe y Reuters