Acabamos de remodelar completamente nuestra relación con el fuego. – La nación

Durante décadas, la paleontología ha mantenido una clara distinción en la historia: una cosa es aprovechar el fuego y otra muy distinta crearlo a voluntad. Algo que parece muy tonto, pero es fundamental ya que las pruebas que teníamos hasta ahora apuntaban a la posibilidad de encender una fogata desde cero. Tienen 50.000 años. Pero eso ha cambiado.
Un gran cambio. Un estudio publicado En Naturaleza Nos dijo que estábamos completamente equivocados. Un equipo de investigadores ha sugerido que los homínidos tenían la tecnología para encender fuego voluntariamente hace 415.000 años. Eso significa 375.000 años antes de lo que pensábamos. Lo sorprendente, sin embargo, es que ni siquiera se trataba de nuestra especie, sino de los primeros neandertales.
Algo que se supo tras estudiar un sitio web que se encontró Barnham en Inglaterra, que aportó las pruebas necesarias para esclarecer el asunto.
¿Cómo sabemos esto? Ahora mismo no tenemos una máquina del tiempo para retroceder en el tiempo y ver qué pasó en nuestra historia. Por eso sorprende este descubrimiento, ya que utilizaron ingeniería inversa para llegar a esta conclusión.
Los elementos disponibles en el lugar no eran sólo cenizas, sino la “carga de ignición”. Los investigadores pudieron identificar fragmentos de pirita y hachas de pedernal que pueden usarse para hacer fuego. Aunque la clave aquí es que el Pirita No es originario de esta zona, pero los homínidos tuvieron que transportarlo intencionadamente para hacer fuego voluntariamente.
El mecanismo es esencialmente una versión prehistórica de un encendedor moderno: al golpear la pirita con el pedernal se crean chispas que pueden encender la yesca seca.
Reconócelo. Ante estas pistas, cualquiera podría pensar que podría tratarse de un incendio accidental, por lo que se utilizaron técnicas avanzadas como el arqueomagnetismo, la micromorfología y la espectroscopia. En este caso, los resultados indicaron que los sedimentos se habían calentado a más de 700 °C, lo que sugiere que se trataba de un fuego concentrado y alimentado.
A esto se suma el hecho de que las hachas de sílex presentaban grietas específicas provocadas por ciclos de calor y enfriamiento, lo que sugiere que los incendios ocurrieron repetidamente.
Un gran salto. La importancia de este descubrimiento es enorme, ya que anteriormente asumíamos que el control total del fuego era una habilidad tardía. Este descubrimiento hace retroceder el reloj de ignición controlada 375.000 años en comparación con evidencias anteriores de yacimientos franceses.
Esto nos muestra que las mentes de los primeros neandertales que probablemente se encontraron en esta área eran más avanzadas de lo que se pensaba anteriormente. De esta manera, transportar pirita implica una planificación a largo plazo, que no es una reacción instintiva al frío, sino una prueba de la capacidad cognitiva para pensar en el futuro.
El Dominio del Fuego. Hacer fuego a voluntad se considera un avance evolutivo importante porque el fuego puede alargar el día para socializar por la noche o incluso cocinar alimentos para generar más energía con menos esfuerzo digestivo.
Esto también representa una gran expansión geográfica para la especie, ya que Europa experimentó una edad de hielo muy importante hace 400.000 años, lo que hizo que el calor del fuego fuera esencial para la reproducción de la especie.
Imágenes | Mladen Borisov
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