Alajuelense tiene mayor desgaste que cualquier semifinalista: Los datos no mienten – La nación
En el fútbol, las semifinales suelen medirse por la forma física, el talento y la valentía. Pero a veces hay una variable silenciosa que determina más que cualquier estrategia: el desgaste. Y esta vez, la fotografía de fin de año es arrolladora. Mientras Saprissa, Cartagenes y Liberia siguieron el camino natural del Campeonato Nacional, los alajulenses tuvieron que recorrer un camino paralelo más empinado, más largo y con más obstáculos.
La liga llegó a semifinales con Liberia tras disputar sólo el torneo local, pero toda la Copa Centroamericana, incluidas las semifinales y la final, se decidió en 120 minutos y en penales. El equipo de Oscar Ramírez es el único equipo que tiene que gestionar el calendario de dos competencias simultáneas con giras internacionales y cortos períodos de recuperación. Sus competidores, en cambio, se movieron en terreno común: campeonatos locales, semanas más consistentes y cargas más ligeras.
Esa diferencia quedó clara en Liberia. Alajuelense llegó sin Anthony Hernández, sin Diego Campos y sin Rasheer Parkins. Todos fueron baja por molestias o sobrecarga muscular, síntomas clásicos de un equipo llevado al límite. Las declaraciones de Ramírez tras el empate lo resumieron todo en una frase: “Tenemos un desgaste significativo”.
Cuando se examina la secuencia de coincidencias, la afirmación deja de ser un comentario y se convierte en una afirmación. Alajuelense disputó ocho partidos en apenas 39 días, dos de ellos en tiempo extra y una gira internacional de por medio. Sus rivales directos, Liberia, disputaron cinco partidos. Cartaginés, cinco. Saprissa, cuatro (antes del partido del 11 de diciembre). El contraste es marcado: mientras los demás semifinalistas llegaron con el viento, la liga llegó kilómetros por delante.
El resultado no sorprenderá a quienes sigan el plan físico: las piernas no mienten. Un equipo que juega más, viaja más, descansa menos y compite bajo más presión está expuesto a perder piezas, tiene picos de irregularidades y depende de la jerarquía personal para sostener los resultados. El agónico gol de Alejandro Braun en Liberia es un ejemplo perfecto: cuando no hay piernas, debe aparecer el talento.
Sin embargo, la diferencia entre Alajuelense y los otros tres semifinalistas es más descriptiva: No compitieron en los mismos horarios ni en las mismas condiciones. Uno jugaba partidos nacionales mientras que el otro jugaba por la supervivencia regional. Y ese camino, por muy ancho que sea, también pasa factura.
Aquí tenéis los datos que marcan la diferencia:
Número de juegos jugados (2 de noviembre – 12 de diciembre)
| Equipo | Juegos jugados | Detalles relevantes |
|---|---|---|
| saprisa | 5 ((con el de hoy | Todos en el torneo nacional. |
| cartaginés | 6((con el de hoy | Todos en el torneo nacional. |
| Liberia | 5 | Todos en el torneo nacional. |
| Alajuelencia | 8 | Finales de Copa Centroamericana, 120 minutos de juego, incluye recorridos |
Para esta película jugamos una semifinal en Tegucigalpa contra Olimpia el 30 de octubre, que se fue a penales. Quiero decir, solo faltan 3 días para 120 minutos de juego y otra gira.
Las semifinales aún están abiertas, pero la historia pasada dice mucho del presente. Del campeonato surgieron tres semifinales. Alajuelence venía de una montaña rusa competitiva y sin descansos. Y, en estos casos, cada minuto acumulado cuenta.