May 21, 2025
¿Amenaza para un tesoro nacional? Ecologistas buscan prohibir el queso Comté.
El Mundo

¿Amenaza para un tesoro nacional? Ecologistas buscan prohibir el queso Comté.

La controversia en Francia sigue generando un intenso debate después de que un militante ambiental, Pierre Rigaux, ha creado un alboroto alrededor del queso Comté. Este queso, uno de los más emblemáticos y comunes del país galo, se ha convertido en el centro de un boicot por sus supuestos efectos negativos sobre el medio ambiente. La intervención de Rigaux ha hecho que muchos se cuestionen la sostenibilidad de su producción.

En una intervención a finales de abril en Francia Inter, la emisora más escuchada del país, el activista lanzó un provocador interrogante: “Si el queso Comté es perjudicial para el medio ambiente y causa un sufrimiento considerable a los animales, ¿vale la pena disfrutar de una porción de él?” Estas palabras han desatado una tormenta de reacciones en un país que, aunque se preocupa por el medio ambiente, parece tener sus propias limitaciones en cuanto a la responsabilidad alimentaria.

El queso Comté, que cuenta con un nombre de origen protegido (AOP) y es el más consumido en Francia, alcanza un volumen de ventas de alrededor de 70,000 toneladas anualmente. Sin embargo, su producción tiene implicaciones ambientales significativas que han sido objeto de discusión en diversos foros.

¿Cuál es el problema?

La leche utilizada para la producción del Comté se obtiene principalmente de las vacas de raza Montbéliarde, que están intensamente criadas en la región del Jura. Según un estudio al que se refiere Rigaux, la excreción de las vacas de Montbéliarde está contribuyendo a la contaminación del suelo mediante la acumulación de nitrógeno y fósforo. Estos contaminantes, a su vez, se filtran en los ríos, afectando la calidad del agua. Rigaux explica que, tras varios años de explotación productiva, estas vacas son enviadas a los mataderos, y su carne se pone en venta. Así, se genera un ciclo que no solo compromete la salud de los animales, sino que también afecta gravemente el ecosistema local.

En resumen, el debate gira en torno a la contaminación de ríos y suelos, provocada por prácticas de producción que muchos críticos argumentan que deberían haber sido abordadas por la industria francesa hace años.

“Con el comté, no”

Los argumentos de Rigaux han encontrado una feroz resistencia en los medios franceses, donde muchos sienten que los ambientalistas han ido demasiado lejos esta vez. La misma prefectura de la región del Jura respondió a esta controversia, defendiendo su patrimonio gastronómico con decisión:

El queso Comté es sinónimo de sabor, salud, calcio y proteína, y no debe ser objeto de culpabilidad.

Es posible desarrollar una industria ejemplar, cuidando del medio ambiente y de los animales al mismo tiempo.

¿Prohibirlo? Eso sería comparable a tratar de prohibir las puestas de sol. Seamos realistas.

#Notequenal

Además, el ensayista Maxime Ledo, entrevistado por el canal francés TF1, argumentó que la postura de los ambientalistas es perjudicial porque se basa en la prohibición total, lo cual es difícil de aceptar para muchos.

¿Qué hacemos? ¿Dejamos de comer queso?

Rigaux sugiere que la solución radical podría ser dejar de consumir queso. “Es esencial recordar que el queso, al igual que la carne, implica sacrificios animales”, afirmó el activista. Sin embargo, sus críticos sostienen que hay alternativas que no requieren de un enfoque extremo. La solución podría radicar en encontrar un equilibrio entre la producción sostenible y el disfrute de los productos locales, sin comprometer la ética o el medio ambiente.