May 5, 2025
Contribuye a la resiliencia frente al cambio climático, un pequeño esfuerzo a la vez.
El Mundo

Contribuye a la resiliencia frente al cambio climático, un pequeño esfuerzo a la vez.

En una interesante demostración de técnicas agrícolas, los residentes han sembrado trigo en dos parcelas contiguas. La principal distinción entre las dos referencias es el método empleado en cada una. En la primera, se utiliza un enfoque denominado ‘subterráneo’, una técnica de cultivo profundo que implica la disolución del suelo mediante picos, lo que permite una retención óptima de la humedad. Por contraste, en la segunda parcela se aplica el método clásico de labranza superficial, que no ofrece la misma eficacia en términos de conservación de agua.

En el distrito de Nyimba, ubicado en la provincia oriental de Zambia, muchos habitantes se enfrentan a una severa sequía, lo que ha reducido el acceso a alimentos a solo una comida al día para algunas familias. En este contexto, no hay punto de comparación entre las dos parcelas en competencia: la trama cultivada con la técnica subterránea ha demostrado ser significativamente más productiva. Este resultado ha convencido a los residentes del distrito a adoptar nuevas técnicas agrícolas basadas en evidencia clara.

Este fenómeno se enmarca dentro de lo que los expertos en ciencias del comportamiento llaman ’empujes’, que son incentivos sutiles pero efectivos. Este enfoque es parte de una iniciativa más amplia bajo el mecanismo de acción para el empoderamiento climático, cuyo principal objetivo es conseguir contribuciones a nivel nacional (Face-NDC). En Zambia, esta iniciativa se dedica a transformar comportamientos y mentalidades en relación con el cambio climático, el empoderamiento femenino y la adopción de prácticas agrícolas sostenibles.

La iniciativa Face-NDC cuenta con financiamiento del Ministerio Federal Alemán de Economía y Protección Climática, gracias a la Iniciativa Climática Internacional. Un consorcio diverso de colaboradores está a cargo del proyecto, que incluye a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el Instituto de las Naciones Unidas para la Capacitación e Investigación Ocupacional, la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, así como la Universidad de Copperbelt y la Universidad de Zambia.

Marvin Kapenda, un experto en ciencias del comportamiento que trabaja para la FAO en Zambia, señala: “En esta temporada agrícola, las precipitaciones han sido consideradamente inusuales y los agricultores tienen la oportunidad de observar cuáles prácticas agrícolas producen mejores rendimientos.” Añade que no se les indica explícitamente qué método elegir; en cambio, ellos mismos optan por la técnica que les demuestra mayor éxito.

El uso de demostraciones gráficas es una estrategia efectuada en escuelas de campo que busca promover cambios en los comportamientos de los agricultores hacia la adopción de prácticas agrícolas resilientes al clima. Esta estrategia es respaldada por el proyecto Face-NDC en colaboración con la FAO, a través de un programa de Intensificación sostenible de pequeños sistemas de agricultores en Zambia.

Agracia Lungu, presidenta de los agricultores Sungani Luwela, menciona: “Antes, muchos de nosotros ignorábamos las técnicas agrícolas más eficaces, favoreciendo la práctica del arado en lugar del subolado. Sin embargo, ahora estamos decididos a adoptar mejores prácticas, como el subolado.”

Para lograr un cambio real y convincente en las comunidades, es esencial contar con el apoyo de los líderes locales influyentes. Uno de ellos es el principal ndake, quien expresa: “La clave para un verdadero cambio radica no solo en los recursos que aportamos, sino también en transformar la mentalidad actual”. Señala que la sostenibilidad sigue siendo un reto, ya que las creencias de la comunidad no han variado lo suficiente.

Además de fomentar la agricultura resistente al clima, la iniciativa tiene el propósito de cambiar las actitudes hacia la deforestación. A través de diálogos y debates comunitarios dirigidos por líderes tradicionales, se busca que las personas reconozcan el valor de realizar actividades silviculturales comunitarias y de preservar árboles nativos, que son fundamentales para mitigar el cambio climático y sus efectos adversos.

Como parte de otro incentivo, se promueve el uso de cocinas de bajo consumo energético, las cuales son más eficientes que el tradicional método de cocinar sobre piedras y leña. Las cocinas mejoradas permiten cocinar de manera más rápida y solo requieren pequeñas ramas o restos de árboles, a la vez que las cocinas convencionales exigen árboles grandes. Este incentivo resulta crucial para que la comunidad mantenga sus bosques.

Otro aspecto esencial del programa es el acceso a información meteorológica confiable y moderna, evitando supersticiones que han afectado la percepción de las causas de sequías. Por ejemplo, se busca cambiar la narrativa de que la sequía es resultado de ciertos árboles que supuestamente impiden la lluvia.

La iniciativa se centra en ofrecer soluciones prácticas a nivel comunitario, en lugar de enfocarse meramente en esfuerzos individuales, ya que las personas se ven influenciadas por las opiniones de su entorno social. “Enfatizamos el aprendizaje entre iguales; sabemos que si diez agricultores adoptan estas ideas, probablemente otros 100 sigan su ejemplo”, concluye Kapenda.

Una parte crítica de la estrategia incluye la distribución de información en consulta con los jefes comunitarios, asegurando que se ajuste a comportamientos, valores y tradiciones locales. De lo contrario, señala Kapenda, “estaríamos enseñándonos a nosotros mismos, ya que la comunidad no comprendería los mensajes desde un punto de vista relevante para ellos”.

Zambia es el país principal para la iniciativa Face-NDC, y su contexto es preocupante. Según estimaciones, el país está perdiendo alrededor del 0.8% de sus bosques anualmente debido a prácticas como incendios forestales, producción de carbón y desarrollo agrícola sin un adecuado manejo ambiental. Esta rápida deforestación no solo contribuye al cambio climático, sino también a problemas como la erosión, la contaminación del agua y la pérdida de biodiversidad.

Tras el éxito de este proyecto, la FAO y sus aliados planean expandir la iniciativa a otros países africanos, utilizando la ciencia del comportamiento y disciplinas afines para fomentar una mayor conciencia sobre el deber ambiental y asegurar que las comunidades sean más resilientes ante la degradación de la tierra, sequías, calor extremo y otros efectos asociados con el cambio climático.

Para leer la historia completa y ver fotos relacionadas, visita: https://www.fao.org/newsroom/Historia/Ayuda Clima-resiliencia a la vez con unMínimo/es