May 17, 2025
De forjar su sueño en una panga a recibir la noticia de jugar como titular una semifinal de Primera División
Deporte

De forjar su sueño en una panga a recibir la noticia de jugar como titular una semifinal de Primera División

Tranquilo, grave y concentrado. Alberth Baraona, un joven de solo 20 años, ya está forjando su camino en el competitivo mundo del fútbol, específicamente en la categoría más alta de su país. Recientemente, tuvo la oportunidad de jugar como titular por primera vez, en el marco de un evento que llenó el estadio, luciendo la camiseta que tanto ama. Este momento marcó no solo un hito en su carrera, sino también un sueño cumplido para él y su familia.

Originario de Isla Venado, donde residen todos sus seres queridos, Alberth creció practicando fútbol casi desde que tiene memoria. Desde muy pequeño, la pelota fue su compañera inseparable y, durante cuatro años, formó parte del equipo que entrenaba su padre. Su pasión lo llevó a dar su primer gran paso a los nueve años, cuando se unió a Jikaral, una escuela de fútbol que le abrió las puertas al mundo deportivo. Su trayectoria continuó en el equipo Jikaral Serkoba, hasta que cumplió 14 años.

Perteneciente al distrito de Lepanto, en Jikaral Puntarenas, Alberth y su familia decidieron mudarse temporalmente a Panga para que pudiera asistir a los entrenamientos y seguir su ambición de convertirse en futbolista profesional. Esta decisión implicó sacrificios, pero la familia siempre apoyó el sueño de Alberth.

A los 17 años, el destino le sonrió cuando jugó una semifinal contra el destacado equipo Deportivo Saprisa, un compromiso que le permitió demostrar su talento en el terreno de juego. Tras una destacada actuación, recibió la llamada que cambiaría su vida, sellando su futuro como futbolista.

Con la intención de mantener a sus padres al tanto de su carrera, Alberth siguió adelante, impulsado por el apoyo incondicional de su familia. “Sabía que esta era una oportunidad que no podía dejar pasar”, confesó. Al reflexionar sobre su trayectoria hasta ahora, muchos recuerdos afloran, especialmente aquellos momentos de su infancia jugando en el patio de su abuela, donde solía jugar “Majengas” con sus primos. “Siempre hacíamos mucho ruido y rompíamos cosas”, recuerda con una sonrisa.

Como ocurre con muchos jóvenes, Alberth también tuvo sus ídolos. Recuerda perfectamente cómo, de niño, soñaba con ser uno de ellos. “Siempre decía: ‘Soy Mariano’”, en referencia a su jugador favorito, e incluso practicaba en el patio de su abuela para emularlo. Ahora, entrena con él casi todos los días, pero nunca olvida lo que significó para él su primera práctica en el equipo profesional.

Alberth menciona que la primera vez que se vio cara a cara con Mariano fue un momento de total asombro. “Estaba nervioso y no sabía qué hacer”, cuenta, riendo ante la memoria. Hoy en día, es admirado por la comunidad en Venado, donde su humildad y dedicación son reconocidas por todos. “Siempre me recuerdan que no pierda la humildad y que trabaja al 100% porque, al final del día, uno juega como entrena”, dice con firmeza.

Ese esfuerzo constante ha dado sus frutos. Tras un tiempo de espera y dedicación, finalmente logró conseguir su primer partido titular en un encuentro crucial contra el Hediano. Fue un momento histórico para él, y la emoción era palpable: “El domingo por la mañana, recibí un mensaje de José Francisco Poras, quien me indicó que debía hablar con el director técnico, Palo Wanchop”. Al llegar, quien le comunicó que se había ganado su lugar en el equipo lo dejó sin palabras.

Alberth atendía cada palabra de Wanchop, quien le recordó lo importante que es su esfuerzo constante. “Siempre me esfuerzo al máximo, no importa si estoy en la lista o no”, enfatizó, lleno de orgullo. La mezcla de nervios, emoción y consejos de sus compañeros lo acompañaron durante el juego, y rápidamente se convirtió en tema de conversación en todo el país.

Después del partido, su primera acción fue realizar una videollamada a sus padres, recordando sus raíces y lo importante que son para él. De aquel niño de Isla Venado a un jugador que ahora lleva su camiseta con orgullo, Alberth está viviendo su sueño.

Actualmente, Alberth reside en la casa club del Saprisa Sports Club, donde comparte momentos con otros jóvenes talentos. La disciplina es clave en su vida, ya que equilibra sus entrenamientos con estudios legales, gracias a la beca otorgada por la organización, lo que le da la oportunidad de construir un futuro aún más amplio.