de tener la clasificación en la mano a jugarse la vida ante Santa Ana

Puntarenas FC se encuentra en una encrucijada crucial en su camino hacia la clasificación para las semifinales del torneo Clausura 2025. A medida que se acerca el final de la fase regular, la situación se vuelve cada vez más tensa. En particular, la jornada del 19 de abril, en la que tuvieron un decepcionante empate contra Santos de Gupails, ha dejado una marca dolorosa en el equipo y sus aficionados, ya que este resultado final de 1-1 se considera uno de sus mayores errores hasta la fecha. Este tipo de resultados afecta la moral del equipo y plantea dudas sobre su rendimiento en los partidos venideros.

La reciente derrota ante el Alajuelense, con un marcador de 0-2, y el empate contra el Herediano (1-1), así como la caída previa frente al Saprissa (1-2), han encendido luces de alerta en el vestuario. Mientras el equipo aún tiene cuatro partidos por delante en el torneo, la tendencia es preocupante y muchos comienzan a cuestionar la capacidad del equipo para superar estos obstáculos y asegurar su lugar en la siguiente fase del campeonato.

En particular, en su último encuentro, Miguel Angel Sansores abrió el marcador para el Alajuelense en el minuto 65, provocando una mezcla de desesperación y frustración entre los seguidores. Sin embargo, bajo la dirección de César Alpozar, el equipo de Puntarenas se esforzó por recuperar el control del juego. No fue hasta los minutos de tiempo añadido, 90+3, que Juan Louis Pérez tuvo la oportunidad de igualar el marcador, pero, lamentablemente, no logró concretar el empate.

Al finalizar el encuentro, Alpozar expresó su tristeza y frustración, manifestando: “Este es un fuerte golpe emocional. Nos entristeció perder la clasificación en nuestras manos, pero hubo un juego con un desarrollo peculiar. Más allá de eso, creo que mostramos un espíritu combativo”. Esta declaración refleja el desafío emocional que enfrenta el equipo mientras navega por una fase tan crítica del campeonato.

El entrenador de Buenos Aires también mencionó la exigencia que implica competir contra rivales directos en un calendario apretado. No obstante, mantiene una actitud positiva y está convencido de que necesitan dar lo mejor de sí mismos en los próximos partidos: “Estos juegos son decisivos y debemos concentrarnos, jugar bien y conseguir la victoria en cualquier terreno”.

Ahora, Puntarenas FC debe enfrentar su destino en casa, aunque el encuentro no tendrá lugar en su estadio habitual. Debido a una sanción impuesta sobre el estadio Miguel Lito Pérez, recibirán al Santa Ana en el estadio Ernesto Rohmosar. Un empate podría ser suficiente para asegurar que estén entre los cuatro mejores del torneo, pero cualquier otro resultado podría abrir la puerta a la clasificación de su rival, el Saprissa.

Alpozar fue claro al afirmar que no subestimará a Santa Ana, a pesar de que este equipo ya está descendiendo: “Podemos dar por ganados los tres puntos debido a la situación de Santa Ana, pero debemos mantener nuestra concentración y no perder la oportunidad de hacer un gran juego”.

El sueño de Puntarenas FC sigue vivo, aunque las oportunidades perdidas en los últimos encuentros han reducido notablemente su margen de error. Aunque no se encuentran en una caída libre, la fecha límite de la fase regular podría representar su última oportunidad de salvación en la competencia.