
El cónclave para seleccionar al nuevo Papa dará inicio el 7 de mayo.
ROMA, APR (Elmundo.cr) – La Congregación de Cardenales ha oficializado la fecha del 7 de mayo para llevar a cabo la tan esperada celebración del Cónclave, un evento crucial que determinará quién será el nuevo Papa tras el fallecimiento del Papa Francisco. El Sagrado Mar confirmó el calendario pocas horas después del cierre oficial al público de la majestuosa Capilla Sixtina, el emblemático lugar que albergará esta reunión privada, donde se espera la participación de 135 cardenales que son menores de 80 años, todos ellos elegidos para tomar parte en este importante proceso.
Según la constitución apostólica Universi Dominici Gregis, que regula la elección papal, se establece que la selección de un nuevo líder debería llevarse a cabo entre15 y 20 días después de la muerte del Papa. Aunque en un principio se contempló el 5 de mayo como la fecha más probable para dar inicio al cónclave, los cardenales decidieron, por quinta ocasión desde el deceso de Francisco, que sería prudente extender el plazo para cumplir con todos los preparativos necesarios. Esta decisión refleja la importancia de un proceso bien organizado y considerado, donde cada detalle cuenta.
Los cardenales que participarán en el cónclave provienen de un total de 71 países distintos, lo que significa que muchos de ellos se están conociendo personalmente por primera vez al coincidir en Roma en estas fechas significativas. La selección del futuro Papa no es un asunto trivial, ya que se requiere el apoyo de al menos dos tercios de los votos, es decir, un total de 87 votos, para que un candidato sea elegido para asumir este cargo de gran responsabilidad espiritual.
A partir del 7 de mayo, entrará en rigor un protocolo extremadamente estricto conocido como Omnes extra, que establece el aislamiento absoluto de los cardenales dentro de la Capilla Sixtina. Durante este tiempo, no tendrán acceso a teléfonos celulares ni a ningún otro medio de comunicación externo, garantizando así que el proceso de elección se lleve a cabo sin influencias externas y en un ambiente de reflexión y deliberación profunda.
El primer día oficial del cónclave se define por una sola voz, que establece el tono para todo el evento. Desde ese primer día, se llevarán a cabo hasta cuatro votaciones diarias: dos en la mañana y dos en la tarde. Cada votación estará marcada por la tradicional señal de humo, que se verá al mediodía y al anochecer. Mientras el consenso no se alcance, el humo que emana será de color negro, indicando que no se ha logrado la mayoría necesaria. La tan esperada Fumata Blanca, sin embargo, indicará que uno de los candidatos ha conseguido el número de votos requeridos para ser elegido como nuevo Papa, un momento que sin duda marcará un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia Católica.