May 4, 2025
El diplomático israelí describe a Palestina como una “realidad ficticia” y se abstiene de clarificar por qué reconocen a Kosovo.
El Mundo

El diplomático israelí describe a Palestina como una “realidad ficticia” y se abstiene de clarificar por qué reconocen a Kosovo.

En una sala de reuniones ligeras situada en Jerusalén, la conversación se desarrolló en español sin necesidad de interpretación. Mattanya Cohen, quien ha sido embajador de Israel en Guatemala, Honduras, El Salvador y Belice, y ahora se prepara para asumir el cargo de embajador en Panamá, se sentó frente a diez periodistas latinoamericanos. Apenas instalado, dejó una condición bien clara:
– No voy a hablar de secretos. Todo está en el registro.

Durante los primeros minutos, se adhirió al formato sin preguntas. Comenzó a reflexionar sobre el contexto que llevó a Israel a marcar el inicio de un día sagrado en América Latina:
– El último viernes fue el Viernes Santo, el Día del Reflex, el Día de la Tranquilidad, ¿no? En todo el mundo… excepto en Israel. Comenzamos el día con una sirena y un misil de Yemen.

Este viernes también conmemoraba el Holocausto, y Cohen aprovechó la ocasión para resaltar el peso de la historia:
– Seis millones de judíos fueron asesinados por una sola razón que fue impuesta por los nazis y sus colaboradores: ser judíos.
– En los últimos meses de la guerra, en 1945, los nazis ya sabían que perderían, pero en lugar de destinar recursos a la guerra, su empeño fue en matar a más judíos porque tenían claro que una vez que la guerra terminara, ya no podrían hacerlo más.

La conversación se abalanzó rápidamente sobre el presente. Utilizando un tono pedagógico, comparó a Hamas con los nazis:
– Matar a los judíos es más relevante para ellos que proteger a sus ciudadanos. Esto es exactamente lo que le sucede a Hamas. Podríamos acabar esta guerra mañana, cuando Hamas tome el control nuevamente.

Cohen habló sobre Irán, los hutíes en Yemen y cómo la ideología, en su opinión, se imponen a la estrategia:
– No tenemos frontera con Yemen, no hay un historial de conflicto… pero desde que empezó esta guerra, los hutíes han lanzado misiles bajo el control de los ayatolás.

Luego llegaron las preguntas. Todos los periodistas estaban ansiosos por profundizar en las relaciones entre Israel y América Latina, prestando especial atención a la postura de gobiernos como Argentina, que es abiertamente proisraelí, y la de Colombia, que es claramente crítica.

Cohen no ignoró el tema y se dirigió directamente al presidente colombiano Gustavo Petro:
– Leí un tweet de Petro el Viernes Santo en el que decía que Jesús era palestino. Lo mismo se dice en Chile. Sin embargo, en la época de Jesús, no existía el pueblo palestino ni un estado llamado Palestina. Nunca en la historia.

Posteriormente, cuestionó el reconocimiento diplomático de Palestina por casi todos los países latinoamericanos, con la excepción de Panamá:
– Todos en la región reconocen un estado que no existe. Palestina no fue reconocida por el Consejo de Seguridad de la ONU. Tiene el estatus de “estado no miembro”, pero eso no es igual a ser un estado oficial.
– Es un país ficticio. Ficticio. Ficticio.

Mattanya Cohen, ex embajador de Israel en América Central, durante una visita al muro de lavado en Jerusalén. Foto tomada de su perfil en X.

Fue entonces cuando llegó la incómoda pregunta. Uno de los periodistas presentes lo confrontó:

– ¿Confirma que Palestina es un estado ficticio porque no fue reconocida por el Consejo de Seguridad? ¿Por qué Israel reconoce a Kosovo, que también tiene un reconocimiento limitado y carece de aprobación? ¿Es Kosovo ficticio o menos ficticio que Palestina?

Cohen guardó silencio. Se cubrió la boca con las manos y miró hacia abajo.
– Sí… tienes razón. Permíteme…
Luego sorprendió con una respuesta inesperada.
– Por razones… estamos en línea, así que… en el disco… no puedo responder. Lo siento.

Pero nadie apagó las grabadoras. El silencio en la sala era evidente. Los diez pares de ojos observaban con asombro, no solo por su evasión, sino también porque minutos antes había dicho que todo lo que iba a comentar sería público y sin restricciones.

Al final de la sesión, el diplomático y su asesor se acercaron al periodista que había formulado la pregunta. Se acercaron de manera cálida pero directa, pidiéndole que no publicara esa parte de la conversación. La respuesta fue contundente: No.

Mattanya Cohen dijo que todo está “en el registro”.
Y las palabras, al igual que los gestos en la diplomacia, también acarrean consecuencias.

El autor de este artículo asistió a un seminario en Israel organizado por el pincel BNEI.