
El exdirector de Derecho de la UCR desmiente al rector Carlos Araya ante el fiscal por supuestas irregularidades en el régimen salarial.
San José, 8 de mayo (Elmundo.cr) – El ex director de la oficina legal de la Universidad de Costa Rica (UCR), David Fallas, ha presentado una queja penal ante el Fiscal General de la República en contra del rector de la institución, Carlos Araya Leandro. Esta acción responde a presuntas irregularidades que rodean la aprobación del régimen salarial académico (RSA) y otras decisiones relacionadas con la problemática salarial que afecta a la comunidad universitaria.
En el documento dirigido al Fiscal General, Carlo Díaz, Fallas solicita que se lleve a cabo una investigación minuciosa no solo sobre Araya, sino también sobre varios miembros actuales y anteriores del Consejo Universitario (CU), quienes votaron a favor de la implementación de la RSA “sin estudios técnicos que prueben su sostenibilidad financiera”, lo cual ha sido un aspecto crítico en la discusión pública sobre este tema. La falta de soporte técnico para una decisión tan importante ha generado serias dudas y cuestionamientos sobre la transparencia y la ética en la gobernanza de la universidad Universidad semanalmente.
Entre las personas mencionadas en la queja se incluyen miembros activos del CU como Cuuuardo Calderón, Jaime Caravaca y Patricia Fumero, quien también ocupa el cargo de directora del órgano. Además, se citan a ex asesores como Germán Vidaurre, Carmela Velásquez, Natasha García y Valeria Bolaños. Fallas argumenta que varios de estos individuos habrían actuado en beneficio propio cuando votaron a favor de la regulación en cuestión, buscando así favorecer intereses personales en el proceso de toma de decisiones.
En su queja, se hace referencia a una investigación periodística que sugirió que la regulación podría haber sido aprobada como un medio para catapultar a Carlos Araya Leandro a la rectoría de la UCR. “Existiría un conflicto de intereses considerable, ya que ciertos miembros del Consejo Universitario habrían votado por la regulación con la intención de beneficiarse a sí mismos”, aseveró Fallas.
De confirmarse estos hechos, el ex director advierte que los involucrados podrían enfrentarse a graves delitos como legislación o administración en su propio beneficio, así como influencia en el vendedor, lo cual contraviene la legislación contra la corrupción y el enriquecimiento ilícito en la función pública (Ley No. 8422).
La queja también aborda dos resoluciones emitidas por el Rector Araya este año: la R-13-2025 y la R-75-2025. Según Fallas, la primera resolución “abre la puerta” a la aplicación de cambios para aquellos que no fueron modificados en su posición al 10 de marzo de 2023, fecha en la que entró en vigor la Ley de Marco de Empleo Público. Si esto se materializara, violaría la legislación actual. En este sentido, Fallas considera que esta resolución podría constituir un delito de prevención.
Por otro lado, en relación a la resolución R-75-2025, Fallas sostiene que dicha normativa contempla un aumento salarial para 22 puestos administrativos que fueron designados directamente por el rector, sin contar con el respaldo técnico considerado adecuado. Esta medida, que fue posteriormente revocada por Araya ante consultas internas y presión pública, también es objeto de análisis en la queja presentada.
“He presentado esta queja para investigar el procedimiento llevado a cabo por el rector […] y para determinar si existió alguna forma de delito en la manera en que se anunciaron las regulaciones del régimen salarial académico, así como en relación con las resoluciones R-13-2025 y R-75-2025”, concluye el texto remitido al ministerio público, dejando planteadas serias inquietudes sobre la administración de la institución.