
El informe revela cómo Hamas emplea escudos humanos para frenar a Israel y manipular la percepción global.
Un informe reciente y urgente emitido por la organización británica Sociedad Henry Jackson ha revelado de manera alarmante que Hamas ha utilizado de forma sistemática a civiles como escudos humanos en la Franja de Gaza, lo que constituye una clara violación del derecho internacional humanitario. Según los hallazgos de esta investigación, esta estrategia ha sido implementada con pleno conocimiento y un notable cinismo por parte de los altos mandos del grupo desde que asumieron el control del enclave palestino hace casi dos décadas, una situación que ha provocado una grave crisis humanitaria en la región.
La investigación, que está respaldada por una extensa documentación de inteligencia, una serie de registros audiovisuales y testimonios de varios líderes mundiales, sostiene que Hamas ha adoptado al menos diez tácticas distintas que buscan proteger sus recursos militares dentro de áreas densamente pobladas. Estas tácticas no solo ponen en riesgo a la población civil, sino que también desafían los principios básicos del derecho de la guerra, que buscan proteger a quienes no participan en las hostilidades.
“El uso de escudos humanos constituye una transgresión directa a la Ley de conflictos armados”, subraya el informe. “Pero lo que es aún más inquietante es que los líderes de Hamas no solo reconocen esta práctica, sino que la defienden como una táctica de guerra legítima”.
Una práctica deliberada
De acuerdo con el documento, el liderazgo de Hamas ha justificado públicamente su disposición a sacrificar vidas civiles como un “costo aceptable” en su lucha contra Israel. Esta estrategia ha incluido el uso de instalaciones como hospitales, escuelas, mezquitas y almacenes humanitarios, así como edificios residenciales, como cobertura para lanzar ataques o almacenar armas. Esta técnica de camuflaje no solo socava la seguridad de los ciudadanos, sino que también envía un mensaje distorsionado acerca de los enfrentamientos en Gaza.
La evidencia proporcionada incluye encuestas del ejército israelí (IED), videos de propaganda de Hamas y diversos informes independientes que documentan claramente la militarización de la infraestructura civil en Gaza, lo que constituye una violación flagrante de los derechos humanos y de las normas internacionales.
Reacciones internacionales y críticas en los medios
Los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea han expresado firmemente su condena al uso de escudos humanos por parte de Hamas. Para Washington, esta práctica es una de las principales razones detrás de la elevada cifra de víctimas civiles en el conflicto que comenzó el 7 de octubre de 2023. Sin embargo, el informe también destaca que muchos ONG y medios internacionales han minimizado o ignorado estas prácticas, contribuyendo a una percepción sesgada y parcial del conflicto.
“Cuando se omite el papel de Hamas como un actor activo y responsable, ciertos informes internacionales distorsionan la realidad y cargan la culpa sobre Israel”, señala la investigación, haciendo eco de la necesidad de un análisis más objetivo y equilibrado.
Una táctica diseñada para manipular el conflicto
El informe afirma que Hamas anticipó una respuesta militar por parte de Israel tras el ataque del 7 de octubre y, por lo tanto, diseñó su estrategia de escudo humano para dificultar la ofensiva israelí, proteger a sus líderes y intentar lograr una condena internacional contra el estado israelí. Esta planificación revela una utilización consciente de tácticas que ponen en peligro a la población civil para avanzar en objetivos políticos.
La Sociedad Henry Jackson concluye que una evaluación justa de la guerra debería tener en cuenta todas las tácticas de combate empleadas por Hamas y hace un llamado a la comunidad internacional para que actúe fundamentándose en evidencia, transparencia y un claro respeto por el derecho internacional. Estas consideraciones son vitales para entender la complejidad del conflicto y sus implicaciones para los civiles que lo padecen.
“El mundo necesita una perspectiva más equilibrada e informada sobre la situación en Gaza. La vida civil no debe ser utilizada como un instrumento de guerra”, concluye contundentemente el informe.