El mapa de la propagación genética que Europa no puede detener – La nación

Los donantes de esperma son personas indispensables para dar un rayo de esperanza a las familias que no pueden tener hijos debido a diversos problemas de salud o incluso a la imposibilidad biológica de tener hijos. Pero a veces eso puede salir muy mal, como lo demuestra este caso. Donante de esperma 7069un hombre danés cuyo esperma se utilizó para concebir 197 niños y con quien ha transmitido una enfermedad hereditaria Además, puede ser fatal.
El problema. Lo que parecía un proceso de donación normal gestionado por el gigante banco europeo de semillasha terminado por exponer algunas lagunas previamente anunciadas en materia de reproducción asistida en el continente. Y esa persona tiene una mutación en su ADN, concretamente en el gen TP53, que está ligada a ello. un síndrome de Li-Fraumeni.
Una enfermedad extremadamente rara de transmisión genética que aumenta drásticamente el riesgo de desarrollar varios tipos de cáncer en la infancia. Algo que implica esta parte de sus descendientes. tendrá una alta mortalidad debido a todos estos tumores. Algo que inmediatamente hizo sonar las alarmas.
Un paciente mosaico. La donación de esperma es un proceso laborioso ya que hay que realizar numerosos estudios un panel genético excluir a aquellos donantes que tengan enfermedades graves que puedan transmitirse a su descendencia. Pero en este caso, la detección de esta enfermedad fracasó. Todo porque es un paciente mosaico.
Este donante logró superar todos los filtros médicos porque su modificación genética no se produjo en todas las células del cuerpo, pero eso estaba solo en su esperma y sólo en un 20%. En España esto puede pasarse por alto porque el panel genético se realiza con una simple muestra de sangre y sin análisis del material genético del esperma.
Tarjeta verde. El hecho de que se realizara un análisis de sangre repetidamente provocó un resultado falso negativo, lo que desembocó en este grave problema. Además, hace dos décadas los cribados se centraban en enfermedades concretas como la fibrosis quística, con el objetivo de no fecundar un óvulo que también tuviera este cambio.
Pero al final, este donante tuvo tarjeta verde hasta 2023, cuando el banco de esperma bloqueó sus donaciones.
El problema de la regulación. Si la biología explica por qué no se descubrió el error, la burocracia explica por qué se generalizó tanto. Y este donante destacó las múltiples oportunidades que existen en Europa en el ámbito de la reproducción asistida.
Para que nos hagamos una idea yn España la legislación estipula que un donante no puede tener más de seis hijos (incluido el suyo propio), por lo que sus donaciones quedan bloqueadas si se alcanza este límite. Pero en España esta persona tiene 35 hijos… Esto explica por qué no existe un registro central que compare los datos con los de los bancos extranjeros. Las clínicas españolas importan las muestras basándose en los datos de origen, pero no tienen forma de saber si el donante ya ha alcanzado su cuota en otro país o incluso en otra clínica española.
Desigualdad de criterios. Además de no tener una base de datos comúnHay países como Dinamarca que permite el nacimiento de hasta 12 niños, o Alemania, que fija el número de niños en 15. A esto se suma el hecho de que en España hay un gran número de donaciones de óvulos y atrae a miles de pacientes extranjeras, lo que aumenta la complejidad de la trazabilidad.
Esta falta de comunicación permite la existencia de “superdonantes”, hombres que, dependiendo de las leyes de cada país, tienen cientos de descendientes en todo el mundo, aumentando no sólo el riesgo de propagación de enfermedades genéticas raras, sino también el de endogamia accidental entre medios hermanos que desconocen su relación.
La solución. Dadas las graves consecuencias que puede tener esta falta de control a nivel europeo, la solución es bastante sencilla: un registro europeo de donantes. De esta forma, cada clínica o servicio público que realice inseminación podrá registrarse para que se sepa en toda Europa que la donante tiene varios hijos en otro país.
Pero esto también haría mucho más fácil rastrear el problema que causó un niño y la posibilidad de que el donante sea responsable debido a su material genético. Esto es algo que ya he preguntado ocho ministros de Sanidad de la UE, de los que no hay noticias por el momento.
Imágenes | elena
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