En un gesto de impredecible francesidad, Francia nombró al primer cohete lanzado desde sus fronteras “Baguette One”. – La nación
El cohete español Miura 1 despegó desde el sur de España. El cohete francés Baguette One hará lo mismo desde el sur de Francia el próximo año.
No es una broma. Es el nombre real de la próxima apuesta del Nuevo Espacio Europeo. Y es muy grave: la empresa francesa HyPrSpace acaba de firmar un acuerdo para lanzar un experimento a bordo, confirmando que el lanzamiento se realizará desde Francia continental: algo sin precedentes en el sector civil.
Francia lanza tradicionalmente sus misiones desde el puerto espacial de Kourou, en la Guayana Francesa. Sin embargo, el Baguette One se lanzará en Europa. El cohete suborbital de aproximadamente 10 metros de altura (ligeramente más bajo que el Miura 1) se lanzará desde el centro de pruebas de misiles de Biscarrosse, en el departamento de las Landas, gracias a un acuerdo con la Dirección General de Armamento francesa.
Ya tienes un cliente. El pequeño cohete no funcionará vacío. HyPrSpace ha firmado una carta de intención con ATMOS Space Cargo para lanzar una misión de demostración. La empresa alemana de logística espacial utilizará el vuelo suborbital para probar su cápsula de reentrada Phoenix-2.
La startup francesa HyPrSpace, con sede en Burdeos, está desarrollando Baguette One como un primer paso hacia la validación de las tecnologías de su futuro cohete comercial, Orbital Baguette One. El proyecto acaba de completar una ronda de financiación de 21 millones de euros procedentes de fondos privados. Se suman a los 35 millones que HyPrSpace había conseguido gracias al plan público “Francia 2030”.
Baguette orbital uno. El OB-1 sucederá al Baguette One, cuyo primer lanzamiento está previsto para finales de 2027. Este microlanzador promete poner en órbita entre 200 y 250 kg, siendo su principal atractivo los bajos precios.
En lugar de utilizar motores de combustible líquido o sólido puro, HyPrSpace (abreviatura de Hybrid Propulsion for Space) utilizará una mezcla de combustible sólido elaborado a partir de plástico reciclado y oxígeno líquido como oxidante.
La ventaja de esta arquitectura es que elimina la necesidad de turbobombas, una de las partes más caras y complejas de la ingeniería aeroespacial, reduciendo el coste del vehículo de lanzamiento en un 40%. Lo malo es que son motores menos versátiles y no hay posibilidad de reutilización, que es lo que PLD Space planea para futuras versiones del Miura 5.
Imagen | HyPrSpace
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