la cifra oculta que marca su adiós – La nación
La mañana posterior al peor fracaso de la selección de Costa Rica en una década llegó con explicaciones, tensiones internas e informaciones que la Federación Costarricense de Fútbol (Fedefútbol) prefirió no revelar frente a los micrófonos.
Pero ElMundo.CR lo confirmó: la salida de Miguel “Piojo” Herrera tuvo un precio… y no fue según su contrato.
Este viernes, en una conferencia convocada a las 8.30 horas, el presidente de la Fedefútbol, Osail Maroto, aseguró a la organización Negociado para cerrar el trato Con el técnico mexicano tras ser expulsado del Mundial 2026, pero no quiso mencionar el monto:
“El arrendamiento es privado”, afirmó el dirigente.
Sin embargo, detrás de esa frase había cierto sistema.
Maroto dijo que el acuerdo era más favorable que el pago que le debía a Luis Fernando Suárez del comité ejecutivo de Rodolfo Villalobos, “a quien le pagaron un terreno millonario por nueve meses, el dinero que hoy se necesita”.
El verdadero negocio: cuánto pagó la federación
Según puede confirmar ElMundo.CR, Miguel Herrera acordó aceptar sólo un mes de salarioEn cambio tres meses Básicamente estipulado en su acuerdo contractual.
Ese gesto redujo el salario del técnico y permitió a la federación cerrar el capítulo sin mayor golpe económico.
No pasó lo mismo con sus asistentes Óscar Escobar y Álvaro Galindo: Cobró la cantidad acordadaEs decir, tres meses completos.
En cifras globales, el número total de asentamientos es de aproximadamente $130 milUna persona diferente a la imaginada inicialmente.
Esa fue una cantidad que, oficialmente, Fedefatbol nunca dijo… pero terminó siendo el coste del fracaso.
Otra polémica: las voces en los oídos de Maroto
No fue sólo el problema económico lo que Osail Maroto intentó organizar.
Respondió a una acusación directa del presidente de Cartagena, Leonardo Vargas, quien afirmó que Japhet Soto “le hablaba al oído” e intervenía en sus decisiones.
Maroto corrigió con una frase contundente:
“Mi hermano y mi esposa me hablan, solo esas dos personas”.
Dijo que habla con líderes, incluido Japhet, pero eso no significa una influencia decisiva:
“Escucho a Jafet como escucho a los demás. Es una percepción personal, pero no la comparto”.
El mensaje claro: en un momento crítico, el presidente quería dejar claro que sus decisiones —al menos según él— no fueron tomadas por presión externa.
Cerrando con más preguntas que certezas
La selección nacional ha sido eliminada, el entrenador ya no está, los números no se conocen públicamente y el comité ejecutivo interno muestra signos de desgaste.
La salida de Miguel Herrera no se debió sólo a un fracaso deportivo, último trato:
Un bajo relieve que Fedefútbol nunca quiso decir, pero que marca oficialmente la despedida del técnico mexicano.