
La IA se está quedando sin poder en este mundo. Por eso Nvidia decidió construir servidores en el espacio – La nación
El hambre de energía de los centros de datos no es nada nuevo. Elon Musk predice una escasez de transformadores en dos años. Sam Altman cree que necesitaremos una revolución energética como la fusión nuclear para mantener el ritmo. El planeta no estaba preparado para una demanda energética tan elevada. Y es por eso que Nvidia está financiando una posible solución: implementar servidores fuera de la Tierra.
No es ciencia ficción. Es el modelo de negocio de varias startups que proponen construir los próximos centros de hiperdatos en la órbita terrestre e incluso en la luna. La idea, que hasta hace poco parecía descabellada, está ganando terreno en gran medida debido a dos factores: la demanda insaciable de IA y los lanzamientos de bajo costo que promete Starship.
Uno de los líderes de esta idea es Starcloud, que cuenta con el respaldo del programa NVIDIA Inception. Y se lo toma tan en serio que planea lanzar su primer satélite, la nube de estrellas-1en noviembre. A bordo llevará la primera GPU de centro de datos lanzada al espacio: una NVIDIA H100.
Lo difícil viene después. Starcloud-1 es una unidad de prueba del tamaño de un refrigerador pequeño, pero el objetivo de la compañía es construir un enorme centro de datos orbital de cinco gigavatios. Junto con los paneles solares y el enorme radiador, tendría cuatro kilómetros de ancho. Su objetivo es entrenar grandes modelos de IA en órbita.
¿Por qué en el espacio? Como se detalla en un libro blanco completoLos modelos futuros como GPT-6 o Llama 5 podrían requerir clústeres de varios gigavatios, lo cual es “simplemente imposible con la infraestructura energética actual” en la Tierra. No existe tal limitación en el espacio.
Es más. Según los cálculos de Starcloud, los costes energéticos de los servidores en el espacio son diez veces menores que en la Tierra. La propuesta de valor de los centros de datos espaciales se basa exactamente en dos pilares que son un problema en la Tierra: la energía y la refrigeración.
Energía solar las 24 horas. En la Tierra, la energía solar es intermitente. Dependen del ciclo día-noche, del clima y de la atmósfera que atenúa la radiación. Las cosas cambian en el espacio. Al colocar sus centros de datos en una órbita de “amanecer” sincrónica con el sol, Los satélites siguen la línea que separa el día y la noche en la Tierra.
Debido a que los paneles están iluminados casi continuamente por el sol, el sistema aumenta su capacidad a más del 95%. “Energía renovable casi ilimitada y de bajo coste”, afirma Starcloud.
¿Y la refrigeración? ¿Cómo disiparían todo ese calor? Los centros de datos terrestres utilizan millones de litros de agua dulce para enfriarse. No hay agua en el espacio, pero tienen algo mucho mejor: un disipador de calor infinito a -270°C.
No hay planes para ventilar los servidores. El calor generado por las GPU (como la H100) se gestiona en módulos sellados mediante refrigeración líquida (directa al chip o inmersión), como los sistemas de alto rendimiento en la Tierra. La diferencia es que en lugar de ir a una torre de evaporación, este líquido caliente se bombea a paneles de radiadores gigantes.
Estos paneles simplemente irradian el calor residual en forma de radiación infrarroja al vacío del espacio. El libro blanco de Starcloud Detalles de los cálculos Según la ley de Stefan-Boltzmann, se calcula que un radiador puede disipar limpiamente más de 630 vatios por metro cuadrado a 20 °C. Sin utilizar una sola gota de agua.
No todo lo que brilla en el espacio es oro. El pilar que sustenta todo este concepto es el lanzamiento de cohetes reutilizables de alto rendimiento como el Starship de SpaceX. Cálculos de nubes estelares basado en costos a largo plazo de $30 por kilo puesto en órbita. Pero Starship aún no está listo y ciertamente está lejos de lograr una reutilización completa y rápida. Si no se incurre en estos costos, la viabilidad económica del sistema colapsa.
El otro gran problema es la radiación. Las GPU comerciales no están diseñadas para el espacio. Los rayos cósmicos y las erupciones solares pueden destruir los dispositivos electrónicos. La solución es un escudo que aumenta la masa y por tanto los costes de implementación. Sin mencionar que el mantenimiento no es posible con la tecnología actual.