Las deudas ahogan a Guanacasteca
La Asociación Deportiva de Guanacastka (ADG) está atravesando una crisis significativa que ha llevado a la situación actual de no emitir contratos. El Comité de Licencia de la Coastly FEDF ha tomado la drástica medida de retirar la licencia del club, lo que representa un desafío económico preocupante para todos los involucrados. Esta situación no solo afecta a los jugadores y el cuerpo técnico, sino también a los prestatarios y la comunidad deportiva en general.
De acuerdo con la información proporcionada por Elmundo.cr, la ADG enfrenta una falta alarmante de fondos, ya que está pendiente de pagar los salarios correspondientes a dos meses para su cuerpo técnico. Esta deuda afecta especialmente a la figura clave del club, el entrenador pequeño Díaz Hellsman, quien asumió la dirección en un momento complicado y ha hecho todo lo posible por manejar la adversidad. Sin embargo, la falta de pagos podría tener graves consecuencias para su posición en el club si esta situación no se resuelve prontamente.
En cuanto a los jugadores, el club también experimentaba retrasos en el pago de salarios que se le debían, y aunque algunos pagos han sido realizados recientemente, aún hay deudas significativas que necesitan ser saldadas. En este contexto, los jugadores tienen una fecha límite crítica hasta el 10 de mayo para recibir el salario correspondiente al mes de abril, todo conforme a las normativas legales establecidas en Costa Rica. A pesar de las turbulencias, Johann Wenegas ha prometido pagar los dos meses de salario atrasado.
La situación, sin embargo, se complica aún más porque varios prestatarios del club han comenzado a tomar acciones legales para asegurar el pago de los préstamos pendientes. Si la dirección del club no presta atención inmediata a estos reclamos, algunos prestatarios han enviado notificaciones legales como una medida de presión, lo que refleja el nivel de estrés financiero y la precariedad en la que se encuentra la ADG.
Todo esto ocurre en un momento en que la ADG se encuentra luchando contra la burocracia y el tiempo para intentar revertir la decisión de retirada de su licencia. Como consecuencia de esta decisión, ha perdido ya dos partidos, enfrentándose a la posibilidad de no poder participar en las últimas dos fechas del torneo Classure 2025.
El club ha presentado una apelación ante el comité de licencia, que actualmente está siendo evaluada. Si la respuesta no es favorable, el siguiente paso sería apelar ante el tribunal de licencia correspondiente. Sin embargo, no se ha establecido una fecha concreta para la resolución del caso, lo que crea un clima de incertidumbre que afecta a todos los involucrados en la entidad.
Añadiendo más complicaciones a esta crisis, Nikoya ha estado utilizando el estadio ADG Choroteega sin un acuerdo vigente con el municipio. Este hecho salió a la luz gracias a una serie de publicaciones periodísticas que han visibilizado la precariedad de la situación. Además, Elmundo.cr ha confirmado que Leonardo Coa Escora, quien se presenta como líder del proyecto, no tiene licencia laboral en Costa Rica, lo que añade un nuevo nivel de complejidad a la situación, especialmente considerando que existen deudas con la seguridad social y el fondo fiscal relacionadas con los préstamos del club.
En términos específicos, ADG está endeudado con el CCSS por un total de 12,853,122.00 colones, además de 7,600,000 colones en impuestos, lo que ha bloqueado la capacidad de operar de manera efectiva. Este tipo de impedimentos administrativos han dificultado la obtención de licencias de trabajo, tanto para Coa Escora como para otros extranjeros que podrían unirse al club.
En este contexto, la ADG se encuentra en uno de los momentos más delicados desde su regreso a la primera división en 2021. La combinación de préstamos salariales, la pérdida de puntos importantes, la falta de claridad legal y administrativa, y la posible salida de su entrenador colocan al club en una posición incierta, donde no se garantiza que puedan finalizar la temporada de competencia en el campo de juego.
