
Los bancos se alertan por su creciente dependencia de la inteligencia artificial.
Gran Bretaña ha tomado la iniciativa de proponer nuevas reglas que buscan regular la creciente dependencia de las instituciones financieras en las tecnologías proporcionadas por grandes empresas del sector tecnológico.
El constante avance de la inteligencia artificial (IA) está propiciando un aumento significativo en la dependencia que tienen los bancos respecto a las grandes corporaciones tecnológicas estadounidenses. Esta tendencia ha suscitado la preocupación dentro del sector bancario europeo, pues presenta una serie de riesgos nuevos que podrían afectar la estabilidad del sistema financiero.
Desde el lanzamiento de los chatbots impulsados por la IA, como ChatGPT de OpenAI a finales de 2022, el entusiasmo por la implementación de esta tecnología ha crecido exponencialmente en el ámbito de los servicios financieros. Actualmente, la IA se utiliza para detectar fraude y lavado de dinero, y los bancos están explorando de manera activa las capacidades de la IA generativa para optimizar sus operaciones.
No obstante, durante una reciente reunión de ejecutivos de FinTech en Ámsterdam, surgieron inquietudes sobre el grado de dependencia de los bancos respecto a un número reducido de proveedores tecnológicos. Esta dependencia puede hacer que las instituciones financieras sean vulnerables a problemas que surjan en estas empresas, creando potencialmente un efecto dominó en el sector.
Bahadir Yilmaz, director de análisis de ING y encargado de las operaciones del banco holandés, expresó a Reuters su preocupación sobre cómo “la dependencia de las grandes empresas de tecnología” seguirá aumentando, principalmente en lo que se refiere a la infraestructura y las plataformas necesarias para implementar la IA.”
Además, agregó: “Siempre será necesario, ya que la potencia de procesamiento requerida para estas tecnologías es inmensa. No es realmente viable que un banco desarrolle esta tecnología de manera independiente”.
Yilmaz subrayó que esta dependencia es “uno de los mayores riesgos” para el sector bancario. Afirmó que los bancos europeos deberían garantizar que puedan adaptarse y realizar cambios entre diferentes proveedores tecnológicos, para evitar quedar atrapados en una “cierra de proveedores”, es decir, en una situación en la que están atados a un proveedor específico, lo que limitaría su flexibilidad y capacidad de respuesta a cambios del mercado.
El año pasado, el Reino Unido propuso un conjunto de normativas para mitigar la creciente dependencia de las instituciones financieras en proveedores tecnológicos externos como Microsoft, Google, IBM y Amazon. Los órganos reguladores están preocupados por el hecho de que cualquier problema que afecte a una sola empresa de computación en la nube podría interrumpir los servicios de múltiples entidades financieras, generando un impacto significativo en el sector.
“La IA requiere una cantidad masiva de recursos computacionales, y esencialmente depende de las grandes corporaciones tecnológicas para su implementación”, señaló Joanne Hannaford, jefa de estrategia tecnológica de Deutsche Bank Corporate Bank, durante la conferencia Money20/20 celebrada esta semana.
La inteligencia artificial tuvo un papel central durante la conferencia en Ámsterdam, donde se discutieron diversas aplicaciones y el futuro de su integración en los servicios financieros. Arthur Mensch, CEO de Mistral AI, una firma francesa, destacó que existen “sinergias” entre sus productos de IA y los servicios financieros, lo que abre oportunidades interesantísimas para el sector.
“Estamos viendo muchas oportunidades para crear análisis e obtener información valiosa en tiempo real… eso es algo que a los banqueros realmente les interesa”, comentó Mensch.
ING está llevando a cabo pruebas con un chatbot de IA que actualmente maneja el 2.5% de las consultas de servicio al cliente. Cuando se le preguntó a Yilmaz cuántos años pasarían antes de que el chatbot pudiera gestionar el 50% o más de las interacciones de servicio al cliente, su respuesta fue que esperaba que fuera cuestión de un año.
Por otro lado, en una reciente declaración de la Agencia para la Supervisión de la Unión Europea, se advirtió que los bancos y las empresas de inversión no podrían eludir sus responsabilidades legales al utilizar IA, subrayando la obligación que tienen de proteger los intereses de sus clientes. Esto es especialmente relevante, ya que la tecnología promete tener un impacto significativo en la seguridad y protección de los inversores minoristas en el futuro.