April 29, 2025
Mil internos se suman a una huelga de hambre para oponerse a las nuevas medidas del gobierno.
El País

Mil internos se suman a una huelga de hambre para oponerse a las nuevas medidas del gobierno.

Mil privados de libertad se unen a una huelga de hambre para rechazar nuevas medidas gubernamentales.

SAN JOSÉ, 26 de enero (Elmundo.CR) – Cerca de 1,000 personas con libertades privadas en Costa Rica iniciaron una huelga de hambre este lunes, en respuesta a las nuevas medidas anunciadas por el gobierno que afectan el sistema penitenciario del país. Esta protesta marca un momento significativo, ya que resalta el descontento creciente entre los encarcelados que sienten que sus derechos están siendo severamente limitados por las nuevas regulaciones.

El director de la Policía Penitenciaria, Nils Ching, ha señalado que la protesta involucra a prisioneros de máxima seguridad en el centro penitenciario de Sinaks, quienes han instado a otras cárceles de seguridad menor a unirse a la huelga. Ching explicó que “esta obligación de algunos prisioneros para otros ha logrado determinarse mediante quejas de miembros de la familia y publicaciones en las redes sociales. A medida que avanzaban las horas, estas personas manifestaron su renuncia a las condiciones actuales”.

El director también comentó que, aunque la situación ha comenzado a estandarizarse, el número de huelguistas es “esto ni siquiera representa el 10% del sistema cerrado del sistema penitenciario”. Este dato contrasta marcadamente con las afirmaciones de Rafael Ángel García, portavoz de la Asociación de ONG que ayuda a la defensa de los derechos de los privados de libertad y sus familias. García sostiene que la huelga ha involucrado a cerca de 4,500 prisioneros en el marco de esta reforma y más de 7,000 en total, en un sistema penitenciario que alberga alrededor de 17,000 internos actualmente.

Las nuevas medidas que han motivado esta manifestación fueron anunciadas el 23 de abril e incluyen un recorte drástico en las oportunidades de visitas íntimas, permitiendo solo una cada dos meses y estableciendo la obligación de que el visitante acredite ser familiar directo del prisionero. Anteriormente, se permitía una visita íntima cada 15 días, una política que ha sido muy criticada por los afectados.

Además, las visitas familiares han sido reducidas de una vez por semana a solo una vez al mes, lo que ha generado un aumento en la tensión y descontento en el interior de las cárceles. Más allá de esto, se ha limitado el uso de teléfonos públicos a solo 10 minutos por semana, un cambio significativo considerando que anteriormente se permitía un uso más flexible. Finalmente, se ha impuesto un límite en la cantidad de artículos esenciales que los prisioneros pueden recibir, restringiendo solo uno por mes, con la intención de controlar la entrada de medicamentos y teléfonos móviles en los recintos penitenciarios. Según el Ministerio de Justicia y Paz, la política anterior de permitir paquetes diarios facilitaba el ingreso de estos artículos prohibidos, llevando a una situación de caos y descontrol dentro del sistema penitenciario.

Edmundo
El mundo CR