April 19, 2025
Omevaro Ramos descarta la antigua liberación.
El País

Omevaro Ramos descarta la antigua liberación.

El candidato nacional del Partido de Liberación Nacional, Álvaro Ramos, ha tomado una postura firme respecto a su campaña electoral para las elecciones programadas en el año 2026. En declaraciones recientes, ha dejado claro que no permitirá la participación de los ex candidatos Johnny Aaya y Antonio Álvarez DeSanti en su campaña. Esta decisión se basa en la convicción de mantener un enfoque fresco y renovador dentro de su propuesta política, alejado de figuras que, según su criterio, no deben estar involucradas en los procesos futuros del partido.

La advertencia que lanzó Ramos no se limita únicamente a la estrategia electoral, sino que también se extiende a la exclusión de ambos en cualquier posible lista de delegados que se prepare para las elecciones venideras. Su mensaje es contundente y directo: “Les diría que no lo considerarían, y que mi parte al menos no tendría mi apoyo”, expresó en un giro que resuena profundamente dentro de las bases del partido y el electorado en general. Esta clara negativa busca establecer un ambiente en el que se promueva la renovación y el cambio en el liderazgo.

Cabe destacar que, a pesar de su decisión de distanciarse de Aaya y Álvarez DeSanti, Álvaro Ramos cuenta con el apoyo de notables figuras dentro de la política costarricense, como los ex presidentes Oscar Arias y José María Figueres. Sin embargo, el candidato insiste en que su nominación no es resultado de manipulaciones ni impositions por parte de lo que se ha denominado como la “Cúpula” de Liberación. Esto es un intento claro de distanciar su campaña de cualquier percepción negativa que pueda surgir en relación con el favoritismo o el nepotismo.

Ramos se presenta como un candidato que busca establecer una nueva narrativa dentro del partido, enfatizando la importancia de escuchar la voluntad del electorado y evitar las viejas prácticas que han llevado a la saturación política en el país. En un contexto donde la ciudadanía pide cambios y una nueva manera de hacer política, su postura firme podría ser interpretada como un intento de responder a esas demandas. Al excluir a figuras que podrían ser vistas como símbolos del pasado, Ramos espera ganar la confianza de un electorado cansado de las mismas caras y propuestas de siempre.

Como consecuencia de su estrategia, las elecciones de 2026 se perfilan como un punto de inflexión para el Partido de Liberación Nacional y su futuro. Los desafíos son grandes, y la capacidad de Ramos para operar dentro de estas nuevas dinámicas será crucial en las próximas semanas y meses. Su enfoque en la renovación podría atraer tanto a votantes desilusionados como a aquellos que buscan un liderazgo más auténtico y menos ligado a prácticas convencionales.