November 17, 2025
Para entrar al mejor “gimnasio mental” del mundo no necesitas entrada, sólo el idioma

 – La nación
Tecnología

Para entrar al mejor “gimnasio mental” del mundo no necesitas entrada, sólo el idioma – La nación

Para muchos, aprender idiomas es fundamental para abrirse nuevas oportunidades profesionales o viajar fácilmente. Pero más allá de sus beneficios prácticos, también puede ser una buena póliza de seguro a largo plazo para nuestro cerebro en la vida cotidiana, actuando como una barrera contra el deterioro cognitivo.

Analizando datos de más de 86.000 personas en 27 países europeos, un estudio publicado en Envejecimiento en la naturaleza ha cuantificado algo que la neurociencia sospecha desde hace muchos años: hablar varios idiomas no sólo amplía nuestros horizontes o nos permite ver series en original, sino que también mantiene nuestro cerebro más joven.

Un modelo de IA. El estudio se basa en un modelo de inteligencia artificial que pretende estimar la llamada “edad bioconductual”. Esto significa que se compara la edad real de un paciente con la que refleja su cuerpo en función de los resultados del análisis, cómo funciona su cerebro o si tiene diabetes o hipertensión arterial.

Este no es un algoritmo creado por casualidad, sino un algoritmo desarrollado por un consorcio europeo de neurocientíficos que mide esta brecha y asigna a quienes envejecen más lento o más rápido a una edad biológica más alta. Cuando se aplicó este modelo, los resultados fueron claros: el multilingüismo actúa como un fuerte factor protector contra el deterioro que se produce con el tiempo.

Cuanto más lenguaje, mejor. Para los investigadores, estamos ante un fenómeno “dosis dependiente” y que se ha observado tras eliminar diversas variables como el contexto socioeconómico, los años de educación o los patrones migratorios.

De hecho, el multilingüismo surgió como un factor de “reserva cognitiva”, comparable al ejercicio físico regular o a una dieta saludable, ambos considerados pilares de la salud cerebral.

El cerebro bilingüe: un gimnasio que nunca cierra. Jason Rothman, neurocientífico de la Universidad de Lancaster y experto en bilingüismo, lo describe como forma de entrenamiento permanente: “Cada vez que el cerebro selecciona un idioma y suprime otro, se activan redes de atención, memoria y control ejecutivo, las mismas que tienden a deteriorarse con la edad”.

Estas redes, ubicadas en áreas específicas del cerebro, son en última instancia responsables de la flexibilidad cognitiva y la toma de decisiones. Cuanto más se entrenan, como alternar idiomas, más resilientes se vuelven.

Hay desacuerdos. Si miramos otros estudios realizados en el pasado, lo cierto es que la gente no siempre piensa de la misma manera. Numerosos análisis a gran escala señalan sesgos de publicación como la falta de reproducibilidad y, en particular, que muchos de los beneficios atribuidos al bilingüismo se diluyen o desaparecen cuando se controlan cuidadosamente otros factores como la educación o el nivel socioeconómico.

Un ejemplo ilustrativo es El trabajo de Lehtonen en 2018que revisó más de 150 estudios y concluyó que los beneficios en la memoria, el control inhibitorio o la flexibilidad cognitiva no son sistemáticos ni generalmente reproducibles y suelen depender del tipo de tareas cognitivas utilizadas, de las diferencias culturales y contextuales, o del perfil de los hablantes bilingües.

No es de extrañar. El mensaje que prevalece entre la mayoría de los profesionales hoy en día es de precaución y matices. Aprender varios idiomas puede tener un impacto positivo en el desarrollo cognitivo, mejorar la flexibilidad mental en determinadas circunstancias o retrasar los síntomas de deterioro en determinados perfiles, pero no es una “vacuna universal” contra el envejecimiento cerebral.

La educación, la actividad intelectual continua, el nivel socioeconómico, el ejercicio físico y una dieta saludable contribuyen a que el peso sea mucho mayor, y muchas veces los beneficios atribuidos al bilingüismo reflejan estos factores concomitantes más que un efecto directo de hablar varios idiomas.

Imágenes | zhendong wang Robina Weermeijer

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