
Para recursos en el juego – La nación
La expresión “un pequeño paso para los humanos” se registra en la memoria colectiva, como el cenit de la investigación espacial. Estados Unidos ganó la carrera a la Unión Soviética cuando Neil Armstrong marcó el piso de la luna con su huella. 56 años después, Washington vuelve a mirar a la luna con preocupación. El rival ha cambiado y el precio es mucho más grande que el simple rendimiento de la llegada. La nueva carrera espacial contra China no es para la fama, sino para el control de los recursos que definirán el futuro en el espacio y el equilibrio de poder en la Tierra.
Sean Duffy Promise. Horas después de completar su décimo vuelo, el primer exitoso de los últimos cuatro intentos, el administrador titular de la NASA hizo una explicación clara: “En 2027 enviaremos a los astronautas estadounidenses a la luna. Hemos ganado las carreras espaciales de ayer, ganaremos las carreras espaciales de hoy contra China y siempre ganaremos mañana”.
Retrasos de Artemis. La fecha original establecida por la NASA para una conmemoración de luna nueva con humanos fue 2024. Como ya se mencionó Alejandro Alcantilla de NSFHasta entonces, no eran ni el escenario central del cohete SLS ni el barco Orion, ni los trajes espaciales de los astronautas, y mucho menos el módulo HLS -unidation: una nave espacial SpaceX que aterrizó en la luna.
La última fecha para la misión de Artemis III es agosto de 2027. Es posible que los otros elementos de la misión estén listos para entonces, pero cada vez más analistas cuestionan que el barco de naves de nave llega a tiempo porque acumula sus propios retrasos.
El año “perdido” de la nave espacial. El gigantesco barco SpaceX es el único truco de los Estados Unidos que representa a sus astronautas en la luna, al menos hasta que la alternativa de origen azul esté lista. Pero su desarrollo ha sufrido un descanso significativo. Después de un exitoso vuelo en junio de 2024, la compañía de Elon Musk necesitaba más de un año para canalizar el programa.
Este año, el escaso progreso en Starbase mantuvo la NASA en tensión. Sobre todo, debido a que SpaceX todavía tiene que demostrar la transmisión de equipo en el espacio en una escala que nunca se ha visto antes de avanzar con una fecha sin tripulación en 2026.
Luna metodológica de China. China está lejos de las fluctuaciones políticas, que a menudo afectan los programas espaciales occidentales y ha seguido un plan continuo durante décadas. Las misiones robots de Chang ya se han mantenido hitos sin precedentes, como llevar las primeras muestras de la cara oculta de la luna a la tierra. Pero fueron solo el comienzo.
El objetivo de China es crear una base grande en la luna con sus socios, para lo cual ha desarrollado un programa de luna tripulada. China planea enviar a sus primeros astronautas a la Luna en 2030, y sus ingenieros van hacia este objetivo como un reloj. En las últimas semanas, la compañía estatal CASC ha probado con éxito un prototipo de su Módulo lunar lanyue Y completó un encendido estático del cohete CZ-10. Para expertos en el programa espacial chino, Como Dean ChengEs “muy probable que los chinos asusten la luna antes de que la NASA pueda regresar”.
El salvaje oeste del curso de montaje. La victoria hipotética de China en el espacio sería una derrota geopolítica sin precedentes para los Estados Unidos, pero no el hecho de llegar a la luna, algo que finalmente se hizo entre 1969 y 1972. El senador estadounidense John Cornyn Expuso sin rodeos: “Aquellos que controlan la última frontera controlan el futuro. Si Estados Unidos no usa los recursos no explotadores de la Luna, China lo hará”.
Después de él Profesor Político Científico Kazuto SuzukiEsta no es una carrera para poner tus pies en la luna. Es una carrera para encontrar y controlar las quejas. “China es la primera en tener el derecho de dominar y monopolizar los recursos, es el salvaje oeste”.
¿De qué recursos hablamos? Aunque el contrato de Ultra Ortraum de 1967 prohíbe la apropiación nacional de los cuerpos del cielo, la realidad es que el que llega primero y determina la infraestructura tendrá la ventaja de usar los enormes tesoros ofrecidos por la luna:
- Agua helada: concentrado en los cráteres de la sombra eterna de las varillas de luna. No es solo de importancia crucial, sino que también puede descomponerse en hidrógeno y oxígeno, los componentes básicos para la producción de controladores de cohetes. Una base en el polo lunar sur en realidad sería una “estación de servicio” para futuras misiones para Marte y más allá.
- Helio-3: un isótopo ligero y extraño en la Tierra, que es abundante en los regolitos de la luna. Se considera un potencial de combustible limpio y eficiente para la fusión central, la energía del futuro.
- Metales y minerales: la superficie de la luna es rica en hierro, titanio, aluminio y el material más importante, el silicio. Estos materiales podrían usarse para construir y mantener una base con recursos locales, desde la producción de ladrillos con polvo de luna hasta la presión de los coleccionistas solares.
- Energía solar: sin una atmósfera que lo distribuye, la energía solar en los polos lunares es constante y abundante, una fuente confiable de energía para alimentar una base humana.
El reactor central y su zona de exclusión. El temor en Washington es que el primer país en establecer una base funcional puede reclamar el área en la práctica. Hace unos días, esta preocupación fue explícitamente cuando el gobierno de los Estados Unidos le pidió a la NASA que instalara una resiliencia nuclear en la luna para 2030, lo que provocó que los planes anticiparan sin un Orruse.
Un reactor central es indispensable para sobrevivir las noches de luna helada y larga, en las que la energía solar no es una opción. La directriz dejó en claro: “El primer país podría explicar una zona de exclusión que consideraría considerablemente a los Estados Unidos”. Además, el mayor control de la tierra está en juego, la clave para el dominio de la comunicación, la navegación y los servicios secretos militares en la Tierra.
Mucho poder en juego. Si China logra alunizarse frente a los Estados Unidos, estaríamos antes del final de las excepciones estadounidenses. El logro de la llegada conduce a una influencia decisiva para determinar los estándares técnicos y los protocolos de comunicación de la sala Cislunar.
Estados Unidos tiene la ventaja de su experiencia y un sector privado más avanzado, pero China tiene a favor de la estabilidad, la planificación a largo plazo y el impulso implacable. Esta vez, el objetivo no es una bandera, sino la clave de los recursos que formarán el futuro de la humanidad en el espacio de profundidad y el equilibrio sensible de poder en nuestro propio planeta.
Imagen | OLLA
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