May 18, 2025
París inaugura un monumento en homenaje a las personas homosexuales deportadas por los nazis.
El Mundo

París inaugura un monumento en homenaje a las personas homosexuales deportadas por los nazis.

La capital francesa ha dado un paso importante al inaugurar su primer monumento conmemorativo en reconocimiento a las personas homosexuales que fueron deportadas durante la ocupación nazi. Este acto simbólico lleva consigo un poderoso mensaje: “No queremos que vuelva a suceder”, como lo expresó la alcaldesa de París, Anne Hidalgo. Este monumento se vincula con el triángulo rosado, un símbolo que los nazis utilizaron para marcar a las personas homosexuales, y sirve para recordar no solo la homofobia, sino también la transofobia y bifobia que aún persisten en nuestra sociedad.

El monumento, dedicado a los ‘Triángulos de Rosas’, tiene un significado profundo, ya que hace referencia al símbolo que los nazis impusieron en los campos de concentración. La inauguración fue llevada a cabo por la alcaldesa, quien es parte del partido socialista de Francia, en un momento crítico, dado el aumento de crímenes y persecuciones contra personas LGTB+ en el país. Esta ceremonia de apertura no solo representa un recordatorio del pasado, sino también una llamada a la acción en el presente.

Hidalgo hizo un llamado a la lucha contra la negación de la historia y subrayó que la relevancia de este trabajo es aún más urgente hoy en día. Según sus palabras, “hoy hay vientos opuestos, poderosos y extremadamente peligrosos que quieren negar la diversidad”. Es un momento donde las voces que abogan por la igualdad y el respeto deben ser más fuertes que nunca, para asegurar que la historia no se repita.

Pasado y presente

El monumento fue concebido por el artista Jean-Luc Verna y se ubica en el jardín del puerto del Arsenal, un lugar emblemático cerca de la Bastilla. Este sitio no es solo un punto de interés turístico, sino también un símbolo de la resistencia y la memoria colectiva. Verna explicó que “la cara oscura de la estrella son los cuerpos quemados, es el duelo, también es una sombra que nos dice que las cosas pueden volver a suceder”. Esta reflexión resuena profundamente, ya que nos recuerda la fragilidad de los derechos humanos.

El artista también destacó que “la otra cara, el espejo, es el presente, con los colores del tiempo que pasa y el aire de París que cambia tan rápido como la opinión pública puede cambiar”. Este contraste nos invita a meditar sobre la evolución de la sociedad y el papel de cada uno en la construcción de un futuro más inclusivo y tolerante.

Jean-Baptist Trieu, presidente de la Asociación “Les Oublié.es de la Mémoire” (la memoria olvidada), reafirmó la importancia de que este monumento no sea solo un tributo simbólico, sino también un instrumento de transferencia. Sirve como un medio de reconocimiento público, que nos interpela a recordar y reflexionar sobre nuestra historia y sus lecciones. Entre las estimaciones, se considera que entre 5,000 y 15,000 personas fueron deportadas en Europa por ser homosexuales durante la Segunda Guerra Mundial, con cifras específicas para Francia que varían entre 60 y 200.

Con AFP