Robo de contenedores en Costa Rica es un problema recurrente, afirma Fernando Gamboa – La nación
San José, 28 oct (elmundo.cr) – jueves Fernando Gamboadirector comercial y asesor ejecutivo de seguridad de la Grupo EULEN Costa Rica¿Tiene el país un problema persistente con robo de contenedoresproducto de una visión empresarial que aún no entiende la seguridad como una inversión estratégica.
“El robo por parte de prostitutas en Costa Rica es un problema recurrente que muestra la necesidad de un cambio de enfoque”advirtió Gamboa, quien señaló que muchas empresas todavía “afrontan los mismos desafíos año tras año, sin transformaciones significativas en la forma de gestionar la seguridad”.“.
En entrevista para ELMUDO, el experto señaló que el problema es este “La seguridad logística todavía se considera un costo operativo y no una inversión estratégica que proteja la continuidad del negocio”.. Esto genera, agregó, falta de conciencia sobre vulnerabilidades, pérdidas económicas y daños reputacionales.
Desde la visión del grupo EULEN, el especialista destacó que “Fortalecer la cultura de la prevención y promover soluciones integrales – combinando tecnología, análisis de riesgos y personal especializado – son esenciales para construir cadenas logísticas más seguras y resilientes”..
Errores comunes en la gestión de la seguridad
Gamboa identificó prácticas comerciales que perpetúan el problema. “Continúan prácticas como asumir pérdidas o transferir riesgos únicamente a los seguros, en lugar de fortalecer la prevención desde una perspectiva integral”.señaló.
También advirtió sobre “la informalidad que aún existe en parte del mercado de la seguridad”, que “debilita la calidad del servicio y limita la capacidad de ofrecer soluciones profesionales, medibles y acordes con los estándares internacionales”.
Para revertir esto, indicó que “la selección del proveedor debe basarse en auditorías, experiencia comprobada, capacitación constante y el uso de tecnología de respaldo”. Asimismo, subrayó que “la seguridad tradicional -basada únicamente en la presencia física- se ha demostrado insuficiente”, ya que factores como la mano de obra no cualificada o la alta rotación del personal reducen la eficacia del servicio.
“La prevención reduce los costes futuros, mejora la confianza de los clientes e incluso puede reducir las primas de seguros. Invertir en seguridad es en realidad invertir en sostenibilidad operativa y competitividad”.concluyó.
Tecnología y coordinación de áreas críticas
Respecto a las rutas nacionales más vulnerables, como la 27 y la 32, Gamboa planteó la necesidad de innovar: “La solución más eficaz es implementar un modelo de seguridad híbrido, que combine presencia física, tecnología avanzada e inteligencia artificial”..
Este modelo, explicó, debe incluir “un sistema integrado que conecta cámaras, sensores, GPS, radiofrecuencia y plataformas de monitoreo centralizado”capaz de ofrecer “alertas tempranas, trazabilidad en tiempo real y optimización de recursos”.
Además, destacó “La coordinación interinstitucional es la clave”y propuso “un trabajo conjunto entre empresas privadas, autoridades policiales y entidades logísticas para compartir información de riesgo y establecer corredores seguros”.
Cambio de mentalidad empresarial
Finalmente, Gamboa abogó por la transformación de la cultura corporativa: “El primer paso hacia una verdadera transformación es que las empresas acepten la seguridad como su propia responsabilidad, no como una tarea exclusiva de las autoridades o proveedores externos”.
Para lograrlo, identificó cuatro pilares esenciales: “Conciencia y compromiso interno, inversión estratégica, protocolos claros y consistentes, y eficiencia con trazabilidad”.
“El cambio cultural implica ver la seguridad como una inversión estratégica, no como un gasto. Sólo así podremos pasar de la improvisación a una cultura preventiva, donde la seguridad se convierta en un activo empresarial que proteja las operaciones, la reputación y el valor de la marca”, concluyó.