
Rodrigo Arias y el Congreso.
El 1 de mayo se llevará a cabo la selección de un Archivo en el que el subdirector Rodrigo Arias tendrá una participación importante, y que me gustaría que se discuta con el presidente del parlamento acerca de sus implicaciones. Esta decisión podría implicar que el presidente de la república, Rodrigo Chaves, no cuenta con el apoyo necesario para sostener su cargo, puesto que hay opiniones en contra de su liderazgo.
Hasta el momento, no se tiene información clara sobre quién asumirá la oficina presidencial en el futuro inmediato. De acuerdo con lo que se mencionó antes del 12 de marzo durante una conferencia de prensa, esto ha generado incertidumbre. “Designar al ministro para colaborar con Rodrigo Arias Sánchez como presidente de la asamblea sería un desperdicio de recursos y tiempo, especialmente si seguimos con las mentiras que han proliferado”, expresó el presidente en una de sus intervenciones.
Hace casi dos meses, el presidente anticipó que su postura dependería de la asunción del nuevo registro legislativo. En una conferencia de prensa reciente, se le preguntó intensamente sobre si había hecho algún movimiento en este sentido, pero A pesar de las especulaciones, no especificó si mantendría su posición actual, lo cual ha dejado un período “infértil” al frente de la República.
“Este período que queda, Dios me libre de equivocarme, continuará siendo tan infértil como lo ha sido hasta ahora, especialmente si Arias Sánchez regresa”, dijo en aquella ocasión.
Cena
Con respecto a su involucramiento en la política, el presidente siempre ha mantenido una postura crítica, pues opina que, en vez de buscar acuerdos políticos, lo que predomina es un “cambio descarado”.
En la misma línea, se refirió a Vanessa Castro, quien es representante adjunta de las unidades sociales cristianas y figura como un posible vicepresidente del Parlamento. Esto fue acompañado de una crítica al manejo de las transacciones políticas, sugiriendo que hay un enfoque erróneo en la manera en que se realizan estas prácticas, lo que él considera perjudicial para la nación.
“No tengo nada en contra de Rodrigo o Vanessa Castro, ni me agrada la situación actual; pienso que sus acciones han causado mucho daño al país y no comparto sus ideas ni su forma de llevar a cabo este tipo de negociaciones que, para mí, deberían ser más costarricenses”, aclaró.
El presidente, que ha compartido varias cenas con ambos, afirmó que decidió cortar la comunicación una vez que empezaron a negociar a cambio de favores políticos, lo que alteró su percepción sobre la situación.
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Los ministros
La administración actual ha contado ya con dos ministros importantes en la oficina presidencial. El primero fue Natalia Díaz, quien asumió el cargo desde el 8 de mayo de 2022, y era reconocida por haber apoyado a Chaves en la segunda ronda electoral, a pesar de las controversias que había enfrentado durante su campaña inicial.
Con el tiempo, las tensiones comenzaron a surgir y la relación de la ministra con el legislativo empezó a deteriorarse. En su momento, Díaz había logrado establecer un canal de comunicación eficiente entre el poder legislativo y el ejecutivo, y la relación era considerada favorable.
Sin embargo, a medida que avanzaron los meses, la situación se tornó complicada. Los diputados de la oposición enfatizaron que, a diferencia de Díaz, Nogui Acosta, el ministro de Finanzas, estaba teniendo más acceso y comunicación con los legisladores. “La participación del Ministro de la Oficina Presidencial ha sido escasa; si hemos tenido contacto una vez al mes, ha sido mucho”, comentó Eli Feinzaig, representante del partido liberal progresista en octubre de 2023.
La ministra permaneció en su puesto hasta el 21 de junio de 2024, momento en que sufrieron críticas por su relación con el presidente, a quien muchos acusaron de no tener una postura comprometida hacia el parlamento. Eventualmente, Laura Fernández, del Ministerio de Planificación, ocupó su lugar y lideró un proyecto conocido como la Ley de Jaguar, aunque este finalmente fracasó en lograr su aprobación legislativa.
Este proyecto estaba destinado a ser un referéndum sobre múltiples áreas relevantes, pero nunca avanzó adecuadamente en el proceso legislativo. La ministra asumió su cargo el 31 de enero, coincidiendo con la fecha límite establecida para la renuncia de los que deseen postularse como candidatos presidenciales antes de las elecciones, programadas para el 1 de febrero de 2026.
Desde entonces, la atención ha recaído en el papel del vicepresidente, Alejandro Barrantes. “He estado en contacto con suplentes y he colaborado en negociaciones desde que Laura ejerció como ministra, designando representantes a diario”, comentó.
Chaves no mencionó a un hombre en particular en esta situación, pero Barrantes se expresó sobre su papel asumido como presidente del parlamento, afirmando que su objetivo es facilitar el progreso de varios proyectos y obtener retroalimentación del poder ejecutivo.
Trastorno
Al inicio de la gestión de Chaves Robles, la comunicación con Rodrigo Arias era considerada positiva. En varias ocasiones, los dos compartieron cenas en el restaurante Furca en Rohrmoser. Sin embargo, con el tiempo, esta buena relación comenzó a deteriorarse, especialmente alrededor de las controversiales elecciones en el Registro Legislativo de 2024.
Rodrigo Arias reveló en una entrevista que Chaves le había solicitado la disolución del comité de investigación político a cambio de su reelección. “En la segunda elección, la situación fue complicada porque él quería que dejara de desestabilizar al ejecutivo, pero le dije que eso no podía ser”, expresó Arias, confirmando que el comité había expirado sin éxito.
Arias destacó la presión que existía para presentar ciertos votos en el comité, a lo que él se opuso debido a sus responsabilidades. En ese sentido, se examinaron cómo ciertas estructuras políticas participaron en las elecciones a favor de Chaves, lo que levantó más críticas sobre la alianza entre el presidente y el poder legislativo.
Desde ese momento, han surgido tensiones, reflejadas en las expresiones que han surgido desde Zapote, insinuando divisiones dentro de la administración y el compromiso de Arias hacia el presidente. Esto ha llevado a un clima de incertidumbre, con la autoridades del legislativo en desacuerdo respecto a la dirección que debe tomar el gobierno.
A medida que las tensiones aumentan, es evidente que se avecinan momentos difíciles para todos los involucrados, especialmente de la comunicación que se había mantenido al inicio de esta administración. La incertidumbre política sigue siendo un tema candente, que podría tener implicaciones significativas para el futuro de la administración Chaves.
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