Su impulso de modernización está destruyendo lo que siempre ha funcionado. – La nación
La promesa de Windows 11 era ofrecer un sistema operativo moderno, pero cuatro años después, esa modernización parece un trabajo en progreso. Si bien la implementación del sistema sigue siendo lenta, a pesar de alcanzar a Windows 10, algunos usuarios se enfrentan a la carga de parches que a menudo resultan en errores.
Un cambio invisible que rompe cosas. A partir de 2023Microsoft ha acelerado una migración interna: abandonando la clásica y eficiente tecnología de dibujo de ventanas e introduciendo en su lugar WinUI y el SDK de aplicaciones de Windows basado en XAML. El objetivo es unificar el diseño, pero la implementación pasa factura. WinUI introduce cambios que, si no están perfectamente optimizados, causan estragos en el sistema: se ahoga esperando datos en el mismo hilo que dibuja la interfaz.
Esto explica por qué el navegador se siente pesado o por qué aparecen el menú Inicio y la barra de tareas. ellos desaparecen después de las actualizaciones de seguridad. en realidad en uno reunión comunitaria que podéis ver en YouTube, confirman su misión de migrar interfaces antiguas a WinUI 3 para modernizar el sistema operativo, aunque admiten las dificultades encontradas.
No es sólo diseño. Más allá del nivel de la interfaz de usuario, la última versión del sistema operativo era un campo minado que Microsoft tenía que remediar constantemente. El resultado son componentes que fallan, tanto debido a WinUI como por razones no relacionadas:
- La interfaz de usuario: los menús contextuales eran lentos y confusos, lo que obligó a los de Redmond a hacerlo Rediseñelo ahora para solucionar el problema de usabilidad que causaron. Incluso sus propios responsables han admitido públicamente que el menú Inicio es “muy molesto” y necesita arreglos.
- Estabilidad: hemos sufrido actualizaciones que resultaron en pantallazos azules debido a incompatibilidades del procesador, ciertos problemas de rendimiento en los chips AMD y fallas surrealistas en las que el Explorador de archivos se superponía a otras ventanas.
- Seguridad: cuando se actualizó el sistema operativo, funciones importantes como la Protección de autoridades locales (LSA) se interrumpieron y se desactivaron accidentalmente mediante un parche.
La comunidad actúa como colcha de retazos y resistencia.. dada la lentitud Corregir el último error visualLos usuarios han tomado el control. El descubrimiento es revelador: desactivar la moderna barra de comandos (basada en WinUI) mediante herramientas no sólo elimina los destellos blancos, sino que también acelera la carga de programas y reduce el consumo de RAM.
Pero esta comunidad también es cautelosa con Windows 11: utiliza herramientas como Rufus para eludir el requisito TPM (controvertido al inicio) o versiones modificadas como minúsculo11 para limpiar bloatware. Parece que los usuarios avanzados y entusiastas prefieren modificar el sistema antes que aceptar la visión oficial de los de Redmond.
El ciclo de la nostalgia. Todo esto alimenta el eterno debate al respecto. Versiones “buenas” y “malas” de Windows. Hoy en día, muchos idealizan a Windows 10 por su estabilidad, olvidando que en sus primeros años enfrentó fuertes críticas por actualizaciones forzadas y protección de datos. Windows 11 parece estancado en esta difícil fase del ciclo, agravada por requisitos que descartan muchas PC funcionales.
¿El código abierto como rescate? A medida que Microsoft invierte recursos en la revolución ARM y las PC Copilot+, el escritorio continúa mejorando. La compañía parece ser consciente de ello y recientemente anunció planes para desarrollar WinUI Código abiertoacelerar la mejora de la tecnología subyacente que actualmente obstaculiza el sistema. Quizás involucrar a más desarrolladores ayude a que este marco de desarrollo de interfaces sea más limpio y estable, aunque esto no significa que solucionará los errores de Windows 11 (código propietario).
Sin embargo, la comunidad de desarrolladores se muestra escéptica y lo señala en foros especializados que WinUI tiene problemas de rendimiento. Hasta que Microsoft consiga que este nuevo elemento sea tan sólido como el clásico y satisfaga al enorme parque de hardware que lo instala, Windows 11 seguirá pagando el peaje de la modernidad, con alguna que otra inestabilidad.
Foto de portada | Composición con imágenes de Pepu Ricca y Javier Penalva para Xataka
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