April 20, 2025
Tenga en cuenta los cuatro síntomas principales
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Tenga en cuenta los cuatro síntomas principales

San José, 28 de marzo (Elmundo.cr) – El cáncer colorrectal se ha consolidado como uno de los tipos de cáncer más prevalentes a nivel mundial, con una estimación de aproximadamente 1,9 millones de nuevos casos diagnosticados cada año. A menudo, este tipo de cáncer no presenta síntomas en sus etapas iniciales, lo que puede dificultar su detección oportuna. Es de suma importancia que, si se presentan síntomas tales como sangrado en las heces, cambios notables en los hábitos intestinales (lo que incluye la consistencia de las heces, así como episodios de estreñimiento o diarrea), pérdida de peso inexplicable y dolor abdominal o pélvico (como calambres o gases), se consulte de inmediato con un médico especialista.

El riesgo de desarrollar cáncer colorrectal aumenta significativamente con la edad, especialmente en personas mayores de 50 años. Sin embargo, en tiempos recientes, se ha observado un incremento preocupante en la incidencia de este tipo de cáncer entre adultos jóvenes, lo que plantea interrogantes sobre las causas subyacentes. Además, ciertos factores de riesgo son particularmente alarmantes: los fumadores, las personas de tez negra, aquellos con antecedentes familiares o personales de pólipos o cáncer colorrectal, así como quienes padecen enfermedades inflamatorias intestinales como colitis ulcerosa o enfermedad de Crohn, y quienes sufren de diabetes y obesidad deben prestar atención especial a su salud. Un estilo de vida sedentario y una dieta rica en grasas también se han asociado con un mayor riesgo.

La buena noticia es que, en las etapas tempranas de la enfermedad, la tasa de curación del cáncer colorrectal puede alcanzar hasta un 90%. Sin embargo, en caso de un diagnóstico en etapas más avanzadas, la probabilidad de curación puede descender hasta cerca del 60%. Cabe destacar que, según estudios, aproximadamente el 20% de los pacientes diagnosticados con cáncer colorrectal presentan metástasis en el momento del diagnóstico.

El Dr. Rafael González, líder médico de oncología en Pfizer Centroamérica y el Caribe (CAC), enfatiza que este tipo de cáncer está presente de manera casi equitativa en hombres y mujeres. El aumento de casos en personas menores de 50 años resalta la necesidad de exámenes preventivos y diagnósticos tempranos. “Estamos entrando en una nueva era en el tratamiento del cáncer”, dice el Dr. González. “Hace tres décadas, la idea de un mundo sin esta enfermedad parecía un sueño; hoy, los avances significativos en ciencia y tecnología están revolucionando las terapias innovadoras para el tratamiento del cáncer colorrectal.”

El valor de la detección temprana

La mayoría de los cánceres colorrectales comienzan como pólipos, que son crecimientos anormales en el revestimiento del colon o el recto. Muchas personas pueden tener pólipos sin ser conscientes de ello, por lo que los médicos recomiendan que aquellos con un mayor riesgo comiencen a realizarse exámenes regulares a partir de los 45 años. En casos de riesgo elevado, el médico tratante indicará la frecuencia y el momento ideales para dichas pruebas.

Las pruebas de sangre oculta son una de las primeras recomendaciones para la detección. Sin embargo, la sigmoidoscopia y la colonoscopia se destacan como métodos esenciales, ya que permiten a los médicos observar el interior del colon y el recto para detectar pólipos, áreas anormales o cáncer. Además, a través de estos procedimientos, es posible obtener muestras de tejido y extraer pólipos, lo que constituye una estrategia preventiva eficaz contra el cáncer colorrectal.

En caso de que un paciente sea diagnosticado con cáncer colorrectal, se recomienda analizar muestras de tejido para biomarcadores específicos. Estos biomarcadores son genes, proteínas u otras substancias que pueden proporcionar información valiosa sobre la enfermedad del paciente.

Gracias a los avances científicos, las pruebas de biomarcación permiten a los médicos comprender la progresión del cáncer y determinar las opciones de tratamiento más adecuadas. Por ejemplo, en pacientes con cáncer colorrectal metastásico, es crucial conocer su perfil molecular y verificar si presentan mutaciones específicas, como BRAF o Scratch, para identificar tratamientos específicos disponibles para esas alteraciones genéticas”, señala el Dr. González.

Progreso en el tratamiento de la enfermedad

En los últimos años, el enfoque para tratar el cáncer colorrectal ha experimentado una transformación significativa que incorpora innovaciones tanto en la detección temprana como en las estrategias de tratamiento. Este enfoque, que busca la precisión y la medicina personalizada, también incluye un avance en las terapias dirigidas. A través del uso de técnicas quirúrgicas mínimamente invasivas y la caracterización de perfiles moleculares de los pacientes, se persigue una atención más completa y adaptada a las necesidades individuales.

En el contexto del cáncer colorrectal metastásico, estos avances han facilitado la dirección de tratamientos específicos para subgrupos de pacientes, brindando una esperanza renovada. Esto es particularmente cierto para aquellos que presentan la mutación BRAF V600E, que se encuentra en entre el 8% y el 12% de los diagnósticos, los cuales inicialmente no responden bien a los tratamientos estándar.

Gracias a estas innovaciones, no solo se han mejorado los resultados de supervivencia, sino que también se ha generado un impacto positivo en la calidad de vida de los pacientes y sus familias. “En Pfizer, queremos seguir avanzando en esta área, por lo que continuamos trabajando en el desarrollo de tratamientos oncológicos innovadores que puedan llegar rápidamente a aquellos que más lo necesitan”, concluyó el Dr. González.