Toyota estaba decidida a hacer del hidrógeno la alternativa perfecta a los coches eléctricos. Hyundai acaba de invertir 563.800.000 euros – La nación


El tiempo pasa y el coche de hidrógeno sigue siendo la gran promesa de una movilidad limpia. El problema es que el tiempo pasa poco a poco y el hidrógeno parece estar en el mismo punto: desafíos aparentemente insuperables y la eterna promesa de revolucionar el transporte. Por el camino, un buen puñado de empresas dijeron que se sumarían a la ola del hidrógeno.
Toyota fue una de las que más apostó, pero en medio de la caída, fue Hyundai la que dio un nuevo paso.
Reconversión. Hyundai ha confirmado que ya ha puesto la primera piedra de su nueva planta de producción de pilas de combustible y electrolizadores en Ulsan (Corea del Sur). La empresa ha invertido 930 mil millones de wones. Se trata de 563,8 millones de euros para reconvertir la zona y darle un nuevo uso industrial.
A partir de 2027, la empresa afirma que podrá producir 30.000 unidades de pila de combustible al año en una superficie de 43.000 metros cuadrados. El plan es producir sistemas para automóviles propulsados por hidrógeno, pero también para el transporte pesado.
una apuesta. La apuesta de Hyundai por el hidrógeno no es nueva. La empresa tiene en el mercado el NexoUno de los pocos coches de hidrógeno que se pueden comprar y que no tiene competencia, ya que el Toyota Mirai, el otro gran coche de hidrógeno, es un sedán con un enfoque completamente diferente.
A finales del año pasado, Hyundai también presentó el Initium, el anticipo de un nuevo coche de hidrógeno que llegará al mercado en 2025. Sin embargo, la compañía aún no ha lanzado el nuevo modelo. El Nexo no fue el primer coche con propulsión de pila de combustible de Hyundai, pero sí el último por ahora, aunque en 2021 se anunció que tendríamos toda la gama con versiones de hidrógeno en circulación en 2028.
la promesa. El hidrógeno se ha sugerido durante años como una gran alternativa a los coches eléctricos. Aunque en realidad se trata de un coche eléctrico. Tal y como funciona, un coche de pila de combustible es un vehículo que realiza en su interior el proceso de electrólisis para generar electricidad, que se almacena en las baterías.
El coche no produce CO2 y sólo emite vapor de agua a través del escape. La gran ventaja es que no produce emisiones de CO2 y carga los tanques en minutos para recorrer cientos y cientos de kilómetros.
los problemas. Hay muchos y es difícil solucionarlos. Cuando se trata de poner hidrógeno en un tranvía, las dificultades técnicas son enormes. En primer lugar, porque el hidrógeno ocupa un gran volumen para la energía que luego puede producir. Por eso el Toyota Mirai es casi todo un tanque gigante.
Esto último se puede solucionar convirtiendo el hidrógeno en estado líquido, pero debe mantenerse a -30 °C. Se trata de una solución destinada a ser utilizada como combustible en un motor de combustión interna, que recuerda a las sensaciones de un motor de combustión interna, pero que produce partículas muy contaminantes como los NOx.
Eso significa que el hidrógeno requiere tanques enormes o mucha energía para mantenerlo a una temperatura muy baja. Para conseguirlo se requiere de un complejo sistema para realizar la electrólisis o quemarla en el propio motor (generando partículas muy contaminantes). Y todo sin contar La complejidad de la fabricación y el transporte. a la gasolinera de turno.
No viable. ¿Qué pasa en este punto? Este hidrógeno es actualmente muy caro. Tan caro como en Alemania, el coste del repostaje era igual de elevado que el del repostaje con diésel. No parece tan extraño que en Alemania se estén eliminando gasolineras y que Stellantis, aunque ofreciera convertir furgonetas eléctricas a hidrógeno para conseguir autonomía, haya abandonado sus planes.
Actualmente, BMW afirma que también está desarrollando coches de hidrógeno. Renault dice que hará lo mismo. Y Toyota continúa investigando la quema de hidrógeno en motores de combustión interna mientras le da la espalda a su Toyota Mirai en EE.UU., donde enfrenta una demanda colectiva de propietarios que se sienten engañados.
una luz. Además del transporte ligero, Hyundai también quiere concentrar la producción de pilas de combustible en el transporte pesado. La empresa espera que este tipo de transporte pueda encontrar un uso real para el hidrógeno.
El transporte pesado puede ofrecer algunas ventajas sobre el transporte eléctrico. Cargar un camión eléctrico en poco tiempo requiere de enormes infraestructuras con cargadores tan rápidos y potentes como los de BYD. Si se instalan postes de hidrógeno en puertos secos o grandes centros de distribución, esto podría tener sentido con una distribución menos distribuida y, por tanto, más rentable.
El coste de llenar el camión con depósitos enormes también es menor porque no ocupa tanto espacio como un coche. Y al mismo tiempo, la carga sería más rápida con medios de transporte menos limpios que con los puramente eléctricos, pero mucho más limpios que con los motores diésel actuales.
Foto | hidrógeno
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