May 15, 2025
un desbordamiento en las conversaciones iniciales y una puerta que permanece abierta
El Mundo

un desbordamiento en las conversaciones iniciales y una puerta que permanece abierta

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Lo que debería ser el inicio de diálogos significativos para lograr un acuerdo de paz definitivo que termine con el conflicto en Ucrania se ha transformado, lamentablemente, en un intercambio de insultos y acusaciones. Las críticas a las delegaciones presentes y la falta de un consenso efectivo entre las partes han caracterizado este encuentro. Sin embargo, a pesar de estas diferencias, ambas partes han coincidido en que existe un espacio propicio para el diálogo en Estambul. Así es como el primer día de intensas discusiones entre Rusia y Ucrania culminó en Türkiye.

El primer día de negociaciones directas ha sido caótico, y parece evidente que la resolución del conflicto en Ucrania no se alcanzará fácilmente. Durante este proceso, es probable que las reivindicaciones de ambas partes continúen. El primer indicio de problemas fue la confirmación de que el presidente ruso, Vladimir Putin, no asistiría a la reunión, algo que había anunciado un día antes al presentar una delegación de alto nivel.

Un obstáculo significativo ha sido la reacción de Ucrania hacia el Delegación rusa, que está compuesta principalmente por figuras de menor rango y no incluye a ministros o funcionarios de alto nivel. Esta delegación fue liderada por el asesor presidencial, Vladimir Medinski, quien también había participado en la primera ronda de negociaciones apenas semanas después de que comenzara la guerra.

El presidente ucraniano Volodimir Zelenski ya había señalado que su participación en el diálogo dependería de la posibilidad de negociar directamente con Vladimir Putin. La delegación ucraniana se presentó con varios de los líderes más importantes del país, como los ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores, así como altos funcionarios de inteligencia, lo que refleja la seriedad de su posición.

Por parte de Moscú, la ausencia de conversaciones fue acompañada de comentarios despectivos hacia Zelenski. En este sentido, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, lo llamó “una persona patética”, mientras que la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, María Zajárova, lo calificó de “payaso y perdedor”, tras las críticas de Zelenski hacia la delegación rusa, que consideró una “farsa”.

Desde Türkiye, el jefe de la diplomacia ucraniana, Gueorgui Tiji, instó a la delegación rusa a participar en las negociaciones y no limitarse a desempeñar el “rol de ladrar desde Moscú”.

A partir de los Emiratos Árabes Unidos, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se detuvo a comentar sobre la frustrada ronda de diálogos durante su gira por Oriente Medio. Sostuvo que “no va a suceder nada en Ucrania hasta que Putin y yo nos reunamos”, mientras su ministro de Relaciones Exteriores, Marco Rubio, y su enviado especial, Steve Witkoff, esperaban el inicio de las negociaciones.

Marco Rubio, el propio secretario de Estado, confirmó que viajaría de Antalya a Estambul para participar al inicio de los diálogos, aunque expresó que “no esperamos un gran progreso hasta que el presidente (Trump) y el presidente Putin interactúen directamente sobre este tema”.

Vladimir Putin había propuesto la reunión en Turquía después de haber sido presionado por los líderes de Alemania, Francia, Gran Bretaña y Polonia, quienes se habían reunido con Zelenski el fin de semana anterior, con la participación de Trump a través de videollamada.

Erdogan y un salvavidas

A pesar de que Zelenski se negó a sentarse a discutir con los funcionarios designados por Moscú, expresó la necesidad de encontrar una solución negociada al conflicto en una reunión con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, en Ankara.

Mientras tanto, el canciller del país anfitrión, Hakan Fidan, estableció que estaban listos para recibir a Ucrania en Estambul y brindó garantías de que las delegaciones de Rusia y Estados Unidos también estaban preparadas para iniciar conversaciones.

Al final de su reunión con Erdogan, Zelenski reiteró sus acusaciones sobre la falta de seriedad de Rusia en la búsqueda de la paz, así como el desdén mostrado por Türkiye y Estados Unidos en sus esfuerzos por promover el diálogo. “¿Dónde está la persona de nivel equivalente en la delegación rusa?”, cuestionó el presidente ucraniano.

A pesar de sus dudas sobre el verdadero compromiso de Rusia hacia un acuerdo de paz, que para él “debe comenzar con una retirada incondicional”, Zelenski aceptó iniciar las conversaciones en Estambul el 16 de mayo, con el Ministro de Defensa Umerov como el representante clave de Ucrania.

La puerta abierta a pesar de la Barrera

El jefe de la delegación rusa, el asesor presidencial Vladimir Medinski, es un exministro de Cultura que ya había participado en intentos anteriores de negociaciones con Ucrania.

En dicho contexto, las reuniones se habían llevado a cabo previamente en Bielorrusia y luego se trasladaron a Türkiye. En esta última, Rusia presentó la Declaración de Estambul, un concepto que Kyiv no aceptó, ya que implicaba que el país se comprometiera a una neutralidad permanente, lo cual implicaba su desistimiento de unirse a OTAN.

A cambio, Ucrania recibiría garantías de seguridad de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (China, Rusia, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia) y otros países como Alemania, Canadá, Bielorrusia, Israel, Polonia y Turquía. Sin embargo, Kyiv no aceptó tales condiciones, lo que llevó al colapso de las negociaciones.

Ahora, Medinski afirma que la delegación tiene “todas las credenciales” para negociar en nombre del Kremlin, y considera esta ronda como una continuación del proceso anterior, algo que no es alentador dada la crítica situación de 2022.

No obstante, Medinski también manifestó su disposición a entablar compromisos con su contraparte ucraniana con el objetivo de lograr una paz duradera.

Con Reuters y AP