June 30, 2025
Un miembro del Consejo Universitario solicita al Rector que presente su renuncia.
El País

Un miembro del Consejo Universitario solicita al Rector que presente su renuncia.

San José, 6 de mayo (Elmundo.cr) – En un desarrollo significativo, William Alberto Méndez, integrante del Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica (UCR), ha presentado una solicitud al rector Carlos Araya para que renuncie de manera irrevocable a su puesto. Esta solicitud surge en el contexto de serias acusaciones y un ambiente de creciente desconfianza hacia la administración del rector.

Las acusaciones son graves. El Ministerio Público ha iniciado una investigación criminal contra el rector Carlos Araya Leandro, quien se encuentra bajo sospecha por el aparente incumplimiento de sus deberes como líder de la universidad. Este asunto ha captado la atención de los medios y la opinión pública, indicando una crisis institucional que podría tener ramificaciones a largo plazo.

De acuerdo a informes de la oficina del fiscal, el caso está bajo el expediente 25-000124-1218-PE, el cual fue abierto el 8 de abril. Esta apertura se produjo solo unos días después de que el diario La Nación revelara que Araya logró evadir una moción en su contra gracias a su intervención durante una sesión del consejo universitario, algo que Méndez ha denunciado como un acto que socava la legitimidad institucional.

Méndez argumenta que las decisiones tomadas desde la administración actual han “erosionado esa confianza y no solo mantienen en lugar de legitimidad institucional, sino que también deterioran el papel de la universidad como defensora de la ética, la transparencia y la responsabilidad”. Esta declaración mensualiza el malestar que se ha ido acumulando dentro de la comunidad universitaria.

La crisis actual, según él, ha sobrepasado la capacidad de respuesta y entendimiento de la rectoría. “Se ha deslegitimado y se ahoga en argumentos esquivos y reprochados”, expresó Méndez, haciendo hincapié en el impacto que esta situación tiene no solo en los estudiantes, sino en la sociedad en general.

Dentro de la universidad, él manifiesta que hay un palpable sentimiento de ira, dolor y vergüenza; mientras que fuera de ella, la ciudadanía está manifestando un descontento generalizado. “Un país que antes amaba a su universidad ahora se siente traicionado”, añadió. Este sentimiento de traición es significativo, dada la importancia histórica de la UCR en la educación y la cultura del país.

Con respecto al uso de recursos públicos, Méndez ha enfatizado que esto debe ser abordado de manera urgente y sin pretextos. “La universidad debe ser un bastión de verdad, justicia, transparencia y ética, y jamás refugiarse en la opacidad, el culto a la personalidad o la complicidad”, subrayó.

Él también manifestó que la situación actual no es única y que “el rector no es el primero, ni será el último en enfrentarse a una crisis”. No obstante, en este momento, cada decisión tomada por la administración impacta negativamente a una institución que debería ser un símbolo de diálogo y credibilidad frente a los retos que enfrenta el país.

La preocupación principal radica en el bienestar de los estudiantes y la creciente incomodidad y rechazo de muchos costarricenses, quienes sienten que la legitimidad del rectorado está en entredicho. “Estas preocupaciones no son simplemente opiniones; representan un clamor social por una acción urgente y responsable por parte de la rectoría”, afirmó.

Méndez concluyó instando al rector a reflexionar profundamente sobre sus decisiones y considerar la posibilidad de presentar su renuncia irrevocable. “En este momento crítico, los intereses del país y de la universidad deben primar sobre lo personal o sectario”, enfatizó.

Finalmente, advirtió sobre el futuro de la UCR, sugiriendo que si continuamos en el camino actual, se pueden desencadenar consecuencias catastróficas no solo para la universidad, sino para la educación superior y el desarrollo nacional en su conjunto. “Serán la justicia y la historia las que finalmente juzguen las acciones de la rectoría”, concluyó con un tono de preocupación por lo que vendrá.