
Un neo -nazi entra en una prisión femenina después de cambiar la matanza – La nación
Un intenso debate que se desató en Alemania después de un minitante neo -nazi comenzó el viernes para cumplir su castigo en una prisión femenina después de cambiar legalmente.
Marla-Saves Liebich, de 54 años, fue sentenciada en 2023 a 18 meses de prisión en la prisión de Chemnitz por delitos que incluyen incitación al odio racial y la calumnia.
En el momento de la sentencia, el acusado se llamaba Sven Liebich, pero legalmente cambió en generación después de que Alemania aprobó una ley de identidad el año pasado, llamada ley autodeterminada.
La decisión de Liebich, que comenzó a usar lápices labiales, oro pendiente y una blusa con estampados de leopardo, fue considerada por muchas personas como una burla de la legislación e incluso como una forma de obtener condiciones penitenciarias más favorables.
El ministro del Interior alemán, Alexander Dobrindt, dijo que “la justicia es ridícula, ciudadanos y políticos porque la ley autodeterminada da la oportunidad de hacerlo”.
El funcionario conservador declaró que Alemania “necesita un debate sobre cómo se pueden establecer normas claras contra el abuso de cambio de sexo”.
Liebich ha sido una excelente figura de la extrema derecha del este de Alemania durante décadas y, según los medios locales, fue miembro del grupo Blood and Honor -Bans.
También ordenó un negocio que vendió muchos productos populares en línea entre grupos de odio alienígenas, como el bate de béisbol con el lema “Asistente de deportación”.
En 2022 interrumpió un desfile de LGBTIQA+ orgulloso en la ciudad de Halle y llamó a los parásitos de la sociedad de los participantes “, según los activistas.
Liebich también dijo que se convirtió en judaísmo y pidió la supervisión kosher y rabínica en prisión.
El comisionado alemán contra el semitismo, Felix Klein, condenó la medida por “considerarlo” una burla, no solo para los judíos, sino también a todas las personas religiosas, independientemente de su fe. “
La comisionada de derechos queer, Sophie Koch, declaró a Zeit que no había una obligación legítima de mantener a Liebich en una prisión para mujeres y advirtió que “en las trampas de los agitadores de los Juez Extreme”.