
Un tobillo de 4,4 millones de años ha trastornado la historia de los bípedos y todo lo que sabíamos sobre nuestros antepasados. – La nación

El origen del bipedalismo humano, la capacidad de caminar sobre dos piernas, es uno de los grandes debates de la ciencia actual. Durante décadas, los científicos se han preguntado cómo era el último ancestro común que compartimos con los chimpancés y qué características tenía. Ahora, un hueso del tobillo nos ha dado la clave que estábamos buscando para repensar todo lo que sabíamos sobre nuestros antepasados.
El estudio. Publicado en biología de la comunicación y el protagonista es un hueso de tobillo de 4,4 millones de años que te pertenecía Ardipithecus ramidus. un homínido que fue descubierto en Etiopía y nos aporta muchos datos sobre la historia de la evolución humana.
Y eso es porque la conclusión es sorprendente: el tobillo de este antiguo homínido tiene similitudes sorprendentes con los de los chimpancés y gorilas modernos. Algo que nos hace creer que los humanos evolucionamos a partir de un ancestro similar a los monos africanos y nos hace preguntarnos cómo y por qué empezamos a caminar erguidos.
El gran debate. Él Ardipithecus ramiduso “Ardi”, es imprescindible en este caso. Vivió hace 4,4 millones de años y ya mostraba rasgos homínidos, pero combinaba rasgos primitivos como un dedo gordo del pie prensil, parecido a un simio, con rasgos de origen humano en la pelvis y el cráneo. Actualmente, esto sugiere que se utilizó una “forma temprana de bipedalismo”.
La clave está en la morfología del astrágalo, que en Ardi se parece más al de los monos africanos que al de cualquier otro homínido fósil analizado. El objetivo en este caso es descubrir cómo nuestros antepasados se movían en la superficie, pero también trepaban a los árboles verticalmente.
Esto sugiere que aprovechó tanto el bipedismo temprano como las habilidades arbóreas, colocando a Ardi en una posición intermedia entre el Australopithecus y los grandes simios. Y este hueso es la clave fundamental para entender cómo se produjo la evolución del bipedalismo.
El desafío. Este hallazgo desafía en gran medida el modelo tradicional de la evolución humana, que suponía que el último ancestro común con los chimpancés era un simio generalista y arbóreo ajeno a la vida en la Tierra y al bipedalismo. Nueva evidencia sugiere que los humanos probablemente evolucionaron a partir de un ancestro africano que se especializaba en la escalada vertical y también tenía locomoción terrestre plantígrada. Esto significa que las plantas de los pies están totalmente apoyadas, como los gorilas y chimpancés actuales. Un verdadero híbrido entre los dos modelos de automóvil.
Los autores afirman que múltiples linajes (humanos, chimpancés, bonobos y gorilas) comparten un pasado común adaptado a una vida mixta entre árboles y suelo. El desarrollo posterior del bipedalismo se habría construido sobre esta base, cambiando gradualmente la anatomía y las habilidades motoras, desde trepar a los árboles hasta centrarse en lo que todos usamos en nuestra vida diaria hoy.
Sus implicaciones. Los datos morfométricos del tobillo de Ardipithecus muestran la presencia de una estructura diseñada para “empujar” durante la marcha y mejorar el equilibrio, pero sin perder por completo la capacidad de agarre. El proceso evolutivo hacia el bipedalismo total fue mucho más gradual y menos lineal de lo que pensaban originalmente los expertos.
Además, los últimos estudios se centran no sólo en el astrágalo, sino también en el metatarso y la pelvis, confirmando que Ardi era capaz de caminar erguido durante sus cortos trayectos y regresar a los árboles para trepar y buscar refugio. Esta dualidad es clave para comprender cómo nuestros antepasados se adaptaron a diferentes entornos y presiones ecológicas.
Que cambia. La anatomía híbrida de Ardipithecus ramidus desmantela el mito del ancestro chimpancé y presenta una nueva rama en nuestro árbol evolutivo humano. Lejos de ser una rareza, Ardi representa un ejemplo de la transición evolutiva y la complejidad que puede existir en los orígenes de nuestra especie. Por ello, los científicos proponen abandonar este concepto de línea recta en la evolución y recurrir a un mosaico adaptativo entre diferentes especies.
Imágenes | Wikipedia satya profundo
En Xataka | El cráneo que lo cambia todo: Un fósil de un millón de años sugiere que el “Homo sapiens” no vino de África