May 9, 2025
Volkswagen obtuvo 6,000 millones de dólares estadounidenses en Rivian en Estados Unidos para fomentar su crecimiento. Las aduanas están organizando sus planes.
Tecnología

Volkswagen obtuvo 6,000 millones de dólares estadounidenses en Rivian en Estados Unidos para fomentar su crecimiento. Las aduanas están organizando sus planes.

A finales de 2024, Volkswagen realizó un anuncio significativo al confirmar que planea inyectar casi $6,000 millones en Rivian, la innovadora compañía estadounidense de vehículos eléctricos. Esta inversión se suma a los $5,000 millones que los alemanes ya habían comprometido el verano pasado en el fabricante especializado en automóviles eléctricos y de transporte. Esta estrategia demuestra no solo un interés financiero, sino también una intención de afianzar su presencia en el competitivo mercado de vehículos eléctricos en Estados Unidos.

La decisión de Volkswagen se defendió como parte de una iniciativa más amplia de adaptación dentro de la compañía, enfocándose en la necesidad de estar bien representados en el mercado estadounidense. Esto se ve como una oportunidad para aprender sobre el desarrollo del software que se produce en la región, un aspecto crucial para los alemanes que han estado buscando colaboraciones dentro de la industria automotiva. Empresas como Xpeng, en China, han sido parte de su radar mientras buscan nuevas formas de innovar y estar al día con la demanda del mercado.

El año anterior, los ejecutivos de Volkswagen declararon que esta inversión les ayudaría a Aumentar sus ventas en los EE. UU.. Este es un mercado en el que la compañía ha enfrentado desafíos a la hora de ofrecer productos que cumplen con la demanda de vehículos cada vez más grandes y tecnológicos, algo que ha resultado ser un duro reto para ellos.

En este contexto, la promesa de crecimiento es particularmente significativa, especialmente frente a los anuncios de recortes en otras áreas. De hecho, algunos representantes de los empleados expresaron preocupaciones sobre la viabilidad de esta nueva inversión y cuestionaron si esta inyección de capital sería solo otra forma de “quemar” otros $1,000 millones, una referencia a riesgos pasados de pérdidas financieras en la empresa que no se pueden ignorar.

Además de los desafíos internos, los aranceles impuestos durante la administración de Donald Trump añadieron complicaciones significativas. Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y otros países han empujado a Volkswagen a buscar estrategias para mitigar el impacto económico en sus operaciones. Esto ha llevado a la empresa a situaciones extremas, como el estancamiento de cientos de unidades Audi en la frontera y la necesidad de convertir una de sus plantas en el país para ajustarse a las nuevas realidades del comercio.

En medio de estos desafíos, Rivian también ha comenzado a recalibrar sus objetivos de ventas.

Por debajo de las expectativas iniciales.

Las tarifas como justificación

Rivian tenía la meta de entregar 51,000 unidades de sus vehículos totalmente eléctricos para finales de año. Sin embargo, ya han indicado que no alcanzarán esta meta, ajustando su pronóstico hacia abajo entre un 10% y un 20%. Ahora estiman que llevarán al mercado entre 40,000 y 46,000 vehículos.

Ellos explican que la principal razón para esta reducción en sus entregas son las tarifas impuestas por el gobierno de Trump. Según un informe de Bloomberg, aunque la compañía produce la mayoría de sus automóviles y componentes en Estados Unidos, no es ajena a las repercusiones del comercio internacional y las fluctuaciones económicas globales.

La compañía se esfuerza por lograr un balance positivo hacia finales de año, y sugiere que con una posible reducción de impuestos y otros costos, podría volver a una senda de rentabilidad. Sin embargo, la realidad es que las pérdidas pueden persistir mientras las tarifas sigan siendo elevadas.

Sin duda, los aranceles han creado un verdadero dolor de cabeza para la industria automotriz, complicando la fabricación en los Estados Unidos y afectando a múltiples componentes de la cadena de suministro. Por ejemplo, Tesla, aunque tiene recursos para lidiar con estos obstáculos, también ha dejado en claro que también se vio afectada por estas medidas.

Gigantes automotrices como Ford y General Motors están buscando soluciones para mitigar el impacto económico en sus operaciones. La situación es especialmente complicada para aquellos que dependen de un ciclo de exportaciones de su producción o piezas, lo que incluye a muchas empresas japonesas y europeas, así como a fabricantes de menor tamaño.

Las grandes empresas han encontrado margen para actuar, aunque su margen de maniobra a menudo no les permite traducir esas acciones en beneficios por unidad que justifiquen la inversión. Por ejemplo, han recurrido a grandes descuentos para atraer a los consumidores mientras se ajustan a las nuevas normativas económicas. Sin embargo, esto no siempre ha permitido que se encuentren con las expectativas del mercado.

Para empresas más pequeñas como Rivian, la situación es aún más complicada. Establecer un fabricante de automóviles implica invertir en pérdidas y requiere un tiempo considerable antes de que se puedan ver beneficios reales. Esto solo es sostenible si hay apoyo continuo de inversores dispuestos a dejar su dinero a la espera de que las condiciones mejoren. En este contexto, el tamaño y la capacidad comercial son factores cruciales que pueden marcar la diferencia en el éxito o fracaso de una startup automotriz.

Ahora, Volkswagen se encuentra en la disyuntiva de seguir la hoja de ruta trazada y continuar apoyando a Rivian, a pesar del entorno económico complicado que enfrenta. Los alemanes buscan aprender de esta experiencia, especialmente en el ámbito del desarrollo de software, un sector que es esencial para el futuro del conglomerado Volkswagen, que recientemente ha visto cambios importantes en su liderazgo ejecutivo.

Foto |

En Xataka | Se filtran los datos confidenciales de 800,000 autos eléctricos de Volkswagen: desde las casas hasta las rutinas de sus propietarios